Fuente: By Avro52 (Propio trabajo) [Dominio público], via Wikimedia Commons |
Cada vez es más
común tener un conejo como mascota. Son unos animales dóciles,
fáciles de mantener y que no ocupan demasiado espacio. Son ideales
para los que viven en un piso o una casa pequeña donde dependiendo
del espacio, les puedes reservar una habitación o colocar una jaula
especial para ellos.
Hay muchas especies
de conejos, más grandes, mas pequeños, de pelaje largo o pelo
corto… con lo que fácilmente puedes encontrar el que mejor se
adapte a ti.
Antes de comprar
puedes ponerte en contacto con las protectoras de animales de tu
ciudad, a donde cada vez llegan más conejos buscando una segunda
oportunidad.
Si es la primera vez
que tienes un conejo, puede que andes algo perdido. No te preocupes
y sigue estas indicaciones, verás que son mascotas muy sencillas de
mantener.
Como cada vez que
adquieras una mascota, lo primero es que debes hacer es llevarla a un
veterinario a que le hagan un chequeo. Así te asegurarás de su
salud, del calendario de vacunaciones…
Es necesario que
vacunes a tu conejo contra la mixomatosis, que es una enfermedad que
se transmite a través de pulgas y mosquitos. La vacuna se aplica
dos veces al año, en primavera y otoño. Además, también es bueno
que lo vacunes contra la enfermedad vírica hemorrágica, sobre todo
si tienes más de un conejo. Tu veterinario te informará sobre
cuales son las enfermedades más comunes en los conejos domésticos
para poder así prevenirlas.
A los conejos recién
llegados, lo primero será hacerle un análisis de heces para
comprobar que no tenga parásitos intestinales.
También es deberás
planificar la castración. Si es hembra, para evitar posibles
tumores de útero y mama, infecciones… Si es macho es aún más
necesario, pues un conejo macho sin castrar se vuelve muy territorial
y puede que agresivo en la época de celo. La castración soluciona
completamente el problema
Los dientes de los
conejos no paran de crecer, por lo que tienen que masticar mucho y
continuamente para desgastarlos; o les crecerán demasiado y tendrán
un problema.
Para que tu conejo
desgaste sus dientes nada mejor que el heno, aunque también dan
buenos resultado la madera, el cartón, los restos de poda…
Fuente: By Ministerio de Información División de fotos fotógrafo [Dominio público], via Wikimedia Commons |
Tu conejo necesita
que le cepillen el pelo para evitar que generen bolas de pelo en el
estómago, lo que les puede resultar fatal. En las razas de pelo
corto deberás hacerlo varias veces por semana, pero si tienes un
conejo de pelo largo es algo que deberás hacer todos los días.
Para evitar este problema también puedes darle malta.
Nunca bañes al
conejo. En casos excepcionales puedes limpiar su pelaje con un baño
seco, pero nunca con agua o se resfriará. Los resfriados en los
conejos son muchísimo más graves que en las personas y pueden
matarlos.
Si en verano los ves
acalorados puedes refréscarles un poco la zona de las orejas y la
nuca, pero sin mojarles del todo el pelaje.
Los conejos
necesitan hacer ejercicio. Así que si no tienen espacio para
correr, porque viven dentro de una jaula, debes sacarlos unas cuantas
horas al día para que pueda correr libremente.
Cuando lo hagas,
debes mantener fuera de su alcance todo lo que pueda roer o
estropear.
Si vives en una zona
rural o alejada de las ciudades, nunca lo dejes sólo en el exterior
o puede ser víctima del ataque de un depredador.
Puedes alimentar a
tu conejo sólo con pienso y heno, pero es mejor que completes su
dieta con vegetales a diario. Si adoptas una cría (gazapo) no debes
darle vegetales hasta que tenga tres meses y luego ve
introduciéndoselos poco a poco.
Por ejemplo, a los
conejos les encanta la col forrajera (Brassica acephala) que es rica
en minerales, fibra, vitaminas (sobre todo C) y calcio, lo que
resulta muy beneficioso para los conejos. Puedes destinar un espacio
en tu huerto para cultivarla o dedicarla una maceta grande en tu
hogar.
Fuente: By Malakwal City (Propio trabajo) [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons |
También
les encanta el brócoli, la lechuga romana, el perejil, la zanahoria
con sus hojas, las endibias, la escarola, la menta, las espinacas, el
tomate o el apio.
Puedes
darles fruta (manzana, melocotón, piña, albaricoques, bayas...)
como premio y siempre de forma limitada.
Nunca
des a tu conejo mezclas de frutos
secos,
nueces y semillas para pájaros o hamster. Estas comidas tienen un
contenido de grasa e hidratos de carbono que tu conejo no puede
procesar y le provocará hígado graso, una enfermedad letal.
Otros alimentos que
pondrán en peligro a tu conejo son las lechugas “iceberg”,
galletas para humanos, nueces, semillas, comidas saladas o
azucaradas, cereales para el desayuno (incluyendo la harina de avena)
u otras comidas con altos contenidos de almidón. Los conejos que
consumen estos productos acaban obesos, con problemas intestinales y
daño en el hígado.
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