No es necesario
tener un jardín muy grande para que sea hermoso. Bien planificado,
pude convertirse en un rincón hermoso y acogedor. Aunque parezca
mentira, estos pequeños jardines exigen más planificación que un
jardín más grande, sobre todo si quieres algo más que el típico
rectángulo de césped con plantas alrededor. Hay una serie de
trucos que para crear un gran jardín en pequeño espacio.
- No recargues el espacio
En estos espacios,
el mayor reto es aprovechar bien los escasos metros disponibles.
Suelen ser jardines que se abarcan en un solo vistazo, todo está “a
la vista”. Es muy fácil acabar creando un efecto agobiante.
En en cuenta el
tamaño, en un espacio pequeño, todo debe ir a escala. Escoge
plantas y objetos pequeños, arbustos pequeños y árboles de poco
porte que no cierren mucho el espacio ni creen excesiva sombra.
- Ten un plan.
Usa
todos los trucos para aumentar la sensación de perspectiva:
-
Si tu jardín es corto, planifícalo de manera que sea más ancho en las zonas cercanas de la casa y se vaya estrechando según se aleja de la misma. Esto aumentará el efecto de profundidad.
-
Si tu jardín es estrecho, deberás acentuar las líneas horizontales, como por ejemplo con terrazas.
-
Las terrazas te permiten construir a diferentes niveles y hacer que el espacio parezca más grande; lo mismo que las formas sinuosas.
- Crea un efecto de continuidad tomando elementos del paisaje de tus alrededores.
-
Evita los elementos que rompan la perspectiva, como los setos rectilíneos o muy densos.
-
Es mejor suprimir los caminos y pasos a fin de ganar espacio. En caso de ser necesario es mejor evitar las líneas rectas. Elige formas sinuosas que se pierdan entre las plantas o que se estrechen en la distancia para crear mayor profundidad.
-
Estudia las luces y sombras de tu jardín, para decidir que y donde plantar. Puedes aprovechar las sombras de invierno plantando árboles de hoja caduca que den sombra a la fachada suroeste en verano y que en invierno al perder las hojas, dejen pasar la luz.
- Una asimetría ordenada es el mejor diseño.
El orden racionaliza
el espacio, lo que permite crear sensación de amplitud. Todo debe
estar bien delimitado, pero hay dos trucos que potencian el efecto:
la asimetría, ya que contribuye a que surjan rincones secretos, y la
disposición en diferentes niveles, creando terrazas que da
profundidad al espacio.
Introduce elementos
que rompan la continuidad visual, pequeñas sorpresas en cada rincón.
Así al haber zonas del jardín que no se perciben a simple vista,
crearás un efecto óptico que contribuye a dar sensación de
profundidad.
Rompe las simetrías
que crean efectos monótonos, alternar plantas altas y bajas, formas
redondeadas con angulosas…
- Crea un punto que focalice la atención.
Debes crear un punto
que focalice la atención para crear un golpe de efecto que rompa los
límites y refuerce la ilusión óptica de que el jardín es más
grande de lo que “llegamos a ver”. Este punto puede ser una
pérgola, una fuente, una escultura... algo que destaque. Es mejor
que sea un único ornamento, para no recargar en exceso.
Una buena idea es
incorporar un elemento con agua, como una fuente o un pequeño
estanque. Además de refrescar el ambiente, el sonido del agua
relaja y jugar con el reflejo puede ser muy interesante.
- Crea espacios bien definidos.
Distribuye en
sectores bien definidos para contribuir a crear una sensación de
orden y amplitud. Todo tiene que estar encaminado a evitar las
sensaciones agobiantes y a que el espacio parezca más amplio. Para
ello, lo principal es despejar el espacio. Desplaza los elementos
arquitectónicos (por ejemplo una pérgola...) y el mobiliario al
perímetro. Una idea en jardines pequeños es que este no sea fijo,
así cuando no lo necesites ganarás espacio.
- Escoge cuidadosamente los elementos, materiales, colores y plantas que compondrán tu jardín; siempre apostando por la calidad.
En espacios
limitados las plantas deben ser escogidas con mucho cuidado. Debes
escoger especies que sean atractivas al menos durante la mitad del
año (lantanas, madroños, arces japoneses, Nandina domestica,
Pittosporum (existen variedades enanas), Coprosma…). Eligelas de
diferentes tamaños y formas para evitar la monotonía y conjunta
espacios de flores con espacios de follaje. No escojas plantas muy
grandes.
Elige colores
suaves, ya que un color demasiado fuerte en entornos pequeños,
acorta el espacio. Los tonos claros crean sensación de amplitud,
sobre todo en espacios pequeños sobre los que se proyectan muchas
sombras (de edificios próximos, por ejemplo). Esta regla debe
aplicarse tanto al color de las paredes, vallas y muros, pavimentos y
muebles de jardín, como al de las plantas.
Puedes usar el color
de las plantas para acentuar los efectos de profundidad en tu jardín:
Las plantas de
colores fuertes y brillantes (rojos, naranjas ya amarillos) deben
colocarse al frente. Las plantas de tonos azules y violetas deben
colocarse en la zona más alejadas del jardín para crear efecto de
profundidad.
Igualmente, coloca
las plantas con hojas de mayor tamaño cerca de la entrada y las de
menor más alejadas. Conseguirás mayor profundidad.
Una buena base son
las perennifolias, tanto árboles y arbustos como herbáceas, que
tengan buen invierno y garanticen color todo el año.
Evita las plantas de
crecimiento rápido, pues pueden descontrolarse con facilidad e
invadir todo el jardín. Cuidado con las trepadoras, escoge especies
no demasiado volubles, que crezcan muy pegadas a la pared, como las
hiedras; incluso árboles y arbustos en espalderas. Es mejor que
escojas plantas de crecimiento lento, que garanticen formas más
ordenadas y reduzcan el trabajo de mantenimiento.
Planifica los
arriates con un solo tipo de flor, eso sí reflorecientes, como las
alegrías (Impatiens), o de distintas flores en la misma gama tonal.
Una buena elección
son las gramíneas, que tienen un bello otoño e invierno y no
necesitan mantenimiento; incluso bambú, aunque bajo estricto
control; o el Phormium, de hojas como espadas, aunque siempre en sus
variedades enanas.
Las plantas
aromáticas son siempre una buena elección. A su belleza se une las
fragancias que convertirán tu jardín en un entorno encantador.
Los árboles y
arbustos deberá de ser de pequeño porte. Deberás podarlos con
frecuencia para que no invadan el espacio. Lo árboles es preferible
que sean de hoja caduca para que entre el sol en invierno. Una buena
elección es escoger entre los árboles de porte columnar o
piramidal, el ciprés (Cupressus sempervirens), el carpe (Carpinus
betulus), o el ginkgo (Ginkgo biloba).
Si buscas árboles
de flor, puedes escoger entre el árbol del amor (Cercis
siliquastrum), la mimosa (Acacia dealbata), la albizia (Albizia
julibrissin), el cerezo japonés (Prunus serrulata), el manzano de
flor (Malus floribunda), la magnolia de hoja caduca (Magnolia
soulangiana), el majuelo (Crataegus laevigata y Crataegus monogyna),
el tamarindo (Tamarix parviflora), y el árbol de Júpiter
(Lagerstroemia indica).
Ten cuidado con los
ejemplares de hoja muy oscura (algunos Acer palmatum, Magnolia
liliiflora, Cotinus ‘Royal Purple’), excepto si se ubican en
zonas muy soleadas o en combinación con especies de tonos plateados,
pueden cerrar demasiado el espacio.
Usa macetas y
jardineras, así como cualquier soporte para plantar. Si juegas con
sus colores y texturas puedes conseguir efectos muy interesantes
Puedes colocar un
poco de césped o de tapizantes si no van a estar sometidas a mucho
tránsito.
Para los espacios
sin plantas lo que mejor funciona es una combinación de madera y
piedra, creando entornos naturales y cálidos. También puedes
proteger el terreno con cortezas de pino, áridos o gravas, traviesas
de tren... Bolas de boj, matas rastreras como cojines, copas
esféricas y rocas sobre las superficies de los áridos y el césped
son detalles que singularizan cualquier jardín.
- Aprovecha el espacio al máximo.
Planta en el
perímetro, aprovecha las paredes y vallas para plantar trepadoras, y
así evitas que el paisaje tenga límites definidos, pero ten
cuidado, pues este tipo de plantas suelen ser bastante invasivas.
Deberás mantenerlas controladas o invadirán todo el jardín.
Cuelga macetas en
las paredes para ganar espacio, puedes usar también estanterías,
repisas… Aprovecha los alfeizares de las ventanas para crear
mini-jardines.
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