Fuente: Por [Jenkins, Thomas B.] Dominio público vía https://commons.wikimedia.org |
El mes de mayo es el
mes de las flores y la reina de todas ellas es la rosa. El rosal es
una de las plantas más populares de los jardines, incluso existen
jardines específicos llamados rosaledas, donde se exponen únicamente
los miembros del género, cuya variedad es tan extensa que comprende
desde rosales miniatura de 10 o 15 cm de altura, hasta grandes
arbustos, trepadores que alcanzan varios metros de altura o rastreros
utilizados como cubre suelos.
El número de
especies ronda las 100, la mayoría originarias de Asia y un reducido
número nativas de Europa, Norteamérica y África noroccidental.
Existe una enorme variedad de cultivares de rosa (más de 30 000) a
partir de diversas hibridaciones, y cada año aparecen otros nuevos.
- Un poquito de historia
Fuente: Por Lukas Hochenleitter und Kompagnie. Public domain, vía https://commons.wikimedia.org |
Su cultivo es
antiquísimo, ya se cultivaban en Creta en el siglo XVII a. C. La
rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios,
egipcios, romanos y griegos. En Egipto y Grecia tuvo una especial
relevancia, y mucho más en Roma. Los romanos cultivaron las rosas
intensamente y les reservaban un lugar particular en sus jardines
denominada Rosetum. Tras la Edad Media, donde su cultivo se
restringió a Monasterios, vuelve a surgir la pasión por el cultivo
del Rosal. Un ejemplo de esta pasión fue la emperatriz Josefina que
a partir de 1802 en su Palacio de la Malmaison llegó a poseer una
colección de 650 rosales, una colección de rosas que se ha
multiplicado desde entonces.
A fines de 1700, se
fueron introduciendo especies orientales en Europa como, Rosa
semperflorens, conocida como Rosa de Bengala, con flores pequeñas
agrupadas y a comienzos de 1800, fue introducida en Europa la Rosa de
Té, originaria de la China (Rosa chinensis).
La era moderna de
las rosas se inicia a partir de 1867 con la creación del primer
ejemplar híbrido de té por el productor francés Guillot, quien la
llamó: «La France».
Durante el siglo XIX
empiezan a llegar variedades del extremo oriente, donde existen datos
del cultivo de rosales desde el año 3000 a. C.
A partir del siglo
XX los cultivadores de rosa se centraron en el tamaño y el color,
para producir flores grandes y atractivas, aunque con poco o ningún
aroma, sin embargo muchas rosas silvestres y «pasadas de moda», por
el contrario, tienen una fragancia dulce y fuerte.
- Cuidado del rosal.
Los rosales florecen
continuamente durante todo el año desde primavera hasta principios
de invierno, pero sólo si cortas las rosas marchitas. Una técnica
popular consiste en seguir el tallo de la rosa seca hasta encontrar
la primera rama con cinco hojas y cortar inmediatamente por encima de
ella.
No debes podar los
rosales hasta que terminen brotar las hojas o antes de que broten en
primavera o pueden llegar a desangrarse.
En invierno, debes
hacer una poda radical, dejando nada más que cuatro o cinco ramas de
un palmo desde el tronco principal.
A principios de
primavera es recomendable hacer media poda en para mantener el rosal
en un tamaño mediano, quitarle chupones para fortalecerlo....
Los cortes deben
hacerlo con las tijeras bien afiladas para que resulten limpios.
Debes hacerlos en ángulo, sesgados, evitando los cortes rectos.
Debes cortar medio centímetro por encima de la yema exterior, con el
ángulo del corte hacia adentro para que cuando llueva o riegues, el
agua corra y no se concentre en la yema pues podría pudrirse.
Aplica abono para
rosales después de la poda de invierno y después de la primera
floración, para favorecer que las flores lleguen hasta final del
otoño.
Elimina las flores
marchitas para favorecer que crezcan nuevas flores, así disfrutarás
de un rosal florido hasta el invierno.
A los rosales de pie
deberás darles forma de copa de vino para permitir un buen acceso a
la luz a toda la planta.
A la venta en: http://www.tiendadeljardin.com/ |
Cuida que no
proliferen las malas hierbas en su pie y abónalo con abono
específico de rosales para conseguir las mejores floraciones. Cubre
el pie con una capa de mulching: paja, bolitas de arcilla (nunca
cortezas de pino, pues son demasiado ácidas) para limitar la
evaporación.
Riega regularmente
en primavera y verano, pero en invierno no los riegues a no ser que
las lluvias sean increíblemente escasas. Protégelos de las heladas
y si los cultivas en tiesto envuélvelos con un acolchado plástico y
aíslalos del suelo.
Las enfermedades que más les atacan es el oidio, el mildiu, la roya, la negrilla, las infecciones por hongos del suelo… Las plagas que los atacan en su mayoría suelen ser comunes a otras plantas de jardín y están en relación a la zona geográfica. Las más comunes son el pulgón del rosal, la araña roja, la mosca blanca, la cochinilla, las tijeretas, los saltamontes, los caracoles y babosas...Más sobre plagas
Cuando compres un
rosal apunta su especie (el nombre en latín) así siempre podrás
encontrar información sobre el modo de crecimiento y otras
curiosidades, los nombres comunes pueden variar de una región a
otra.
- Rosas en macetas
Aunque no tengas
jardín puedes cultivar rosas, hoy en día hay variedades concebidas
para vivir en macetas; e incluso algunas variedades consideradas “de
jardín” se aclimatan si respetas sus necesidades. Para
cultivarlos en maceta, los rosales necesitan tiestos hondos de al
menos 40-50 cm de altura. El sustrato necesita tener arcilla y ser
ligeramente ácido (aunque algunas especies de rosales los prefieren
alcalinos), y rico en limo. Asegurate de que el drenaje funciona
bien, pues el exceso de agua perjudica a los rosales. Lo mejor es
que escojas un sustrato específico para rosales, o en todo caso para
arbustos o jardín.
Debes plantarlos en
abril o mayo, vigilando que el punto de injerto no esté enterrado.
Después riégalo abundantemente para que las raíces tomen contacto
con el sustrato.
Dentro de las especies que se cultivan en maceta, mención aparte merecen los rosales trepadores, cuyo desarrollo forma una cascada de flores con un dulce aroma.
Debes tener en cuenta que los rosales nos son auténticas plantas trepadoras, y sólo treparán si tú les echas una mano, guiándolos y sujetándolos a un tutor.
Existe una amplia gama de rosales propiamente trepadores, los llamadosn rosales de lianas “rambler” que se usan mucho y tienen buenas características de crecimiento. Florecen cada año las ramas jóvenes se dejan entutorar con facilidad. En las circunstancias óptimas esta variedad puede crecer hasta 3 metros por año. La mayoría de las flores aparecen en las ramas torcidas que crecen horizontalmente. La floración tiene lugar en la primavera tardía y el verano temprano y, en el caso de algunas variedades, otra vez en otoño.
Aunque determinados ejemplares pueden mostrarse sensibles al mildíu, la mayoría de los rosales trepadores son vigorosos e incluso pueden soportar alguna helada, sin que necesiten ser protegidos para ello.
Otra buena elección son las variedades trepadoras de los “híbridos de la rosa del té”en las que destaca la belleza de sus grandes flores.
Además, están los “rosales de racimos”, que siempre tienen muchísimas flores pequeñas en una rama. La cascada de flores puede constar de inflorescencias sencillas o dobles.
Para evitar que la planta pierda sus hojas en la parte inferior, debes guiar horizontalmente las ramas. De este modo obtendrás una floración uniforme en la planta entera y no sólo en la parte superior.
Los hay de prácticamente todos los colores: del blanco como la nieve hasta un rojo casi negro y del amarillo transparente hasta el naranja vivo. Incluso los hay de color azul, aunque este último casi nunca tendrá flores azules de verdad; se inclina más bien al color de la lavanda.
Las variedades que mejores resultados ofrecen son: la “Rambler Metanoia”, de color salmón con bonitas hojas brillantes de color verde, el “Rambler Indigoletta” que es de azul lila, y florece de junio a noviembre; el “Rambler Bukala” de color naranja puro y floración de junio a noviembre; el “Climber New Dawn” de fuertes ramas y con flores grandes, olorosas de color rosa suave y el “Climber Paul's Scarlet” que ofrec e racimos de flores de un cálido color rojo durante los meses de junio a noviembre.
Aparte de los trepadores los rosales que se
adaptan a la vida en un tiesto son más que los miniatura,
especialmente concebidos para cultivarse en maceta. Por ejemplo, el
“Bonica”, vigoroso rosal arbustivo de flores rosadas con perfume
afrutado; los que se usan para borduras; algunos rastreros, como el
célebre “The Fairy”, de pequeñas rosas en forma de pompón;
muchos multiflora, y trepadores como el rosal de Banks. Muchos
rosales antiguos, muy perfumados, valen también: “Gruss an
Aachen”, de flores color blanco crema y porte compacto; “Blush
Noisette”, de rosas rosa pálido; “Ghislaine de Féligonde”,
amarillo albaricoque; “Iceberg Climbing”, trepador de flores
blancas, para una maceta grande
- Rosales cubresuelos
Otra forma curiosa
de cultivar rosas son los rosales cubresuelos. Esta forma de cultivo
ofrece resultados muy coloreados y evita la aparición de malas
hierbas. Se desarrollan rápidamente en un terreno soleado, fértil
y bien drenado. Si los podas todos los años, su producción floral
se enriquecerá llenando de color un rincón de tu jardín. Acuérdate
de abonarlos cada primavera. Las variedades que mejores resultados
dan son: la “Pink Bells”, la”Flower Carpet”, la “Kent” y
la “Broadlands”
- Para saber más:
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Su principal productor y exportador es Ecuador, pues la situación geográfica del país permite contar con microclimas y una luminosidad que proporciona características únicas a las flores como son: tallos largos, gruesos y totalmente verticales, botones grandes y colores vivos. Sus principales mercados son Estados Unidos, Holanda (que importa las flores para luego re-exportarlas a otros países de la Unión Europea), Italia, Alemania, Rusia, Canadá, Argentina, España, Francia, Suiza y Ucrania. También Chile, China y Brasil. El 98 % de su producción se exporta.
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