enlace a la tienda del jardin

lunes, 30 de mayo de 2016

Macetas encharcadas

Muchas veces no sabemos cual es el problema que acaba con tus plantas en maceta, cuidas con mimo que tengan el suficiente sol pero sin que las queme, las proteges de las corrientes y del frío y las riegas en abundancia… y he ahí el error. El riego excesivo es la principal causa de muerte de la mayoría de plantas cultivadas en maceta. Saber cuando, cuanto y cómo regar tus macetas es por lo tanto primordial para que sobrevivan.

  • ¿Plantas secas o encharcadas?

 Muchas veces se confunden los síntomas de sequedad y exceso de 
Riego por goteo para tus macetas
A la venta en  http://www.tiendadeljardin.com
humedad y ante la duda es mejor que conozcas como diferenciarlos.
Cuando a una planta le falta agua pierde vigorosidad, sus hojas de pliegan y tienden a encogerse, sobre todo las más tiernas. Si la sequía se prolonga, las hojas se vuelven amarillas y se caen. En estos casos el error principal es volver a regar la planta de forma excesiva lo cual hace que a los daños por sequía se unan la afixia que provoca el encharcamiento. Para recuperar una planta que ha empezado a secarse debes regarla poco a poco, con riegos frecuentes pero con poca cantidad de agua. En casos extremos puedes sacar el cepellón de la maceta con cuidado para que salga entero. Mételo después en un cubo con agua, que no esté ni muy fría ni caliente. Y deja la planta sumergida hasta que la tierra esté completamente húmeda. Vuelve a meter el cepellón en el tiesto y deja que escurra el agua sobrante. No la riegues hasta pasada una semana.

El exceso de riego es con mucho más peligroso que el anterior y más difícil revertir sus efectos si no se detecta a tiempo. En el encharcamiento, las hojas que primero amarillean serán las más antiguas, luego se volverán de color oscuro, casi negro y entonces es cuando caerán. Debes tener cuidado de no confundir estos síntomas con el color marrón que adquieren las hojas cuando envejecen naturalmente.

  • Cuando y cuanto regar tus plantas en maceta.

A la venta en  http://www.tiendadeljardin.com
Es posible que entonces te estés preguntando cuando y cuanto regar tus plantas. Esta es una pregunta que no tiene una respuesta concreta ya que depende del tipo de planta, de las condiciones ambientales en las que esté, la época del año, su ubicación... Otro factor es el periodo vegetativo de cada planta. Normalmente en los meses de invierno, las plantas no tienen desarrollo vegetativo, por lo que el riego deber ser mínimo. Durante estos meses tu planta no absorbe el agua y esta permanece mucho más tiempo retenida en el sustrato.
Lo mejor es que consultes con expertos como los de tu Centro de jardinería cada cuanto debes regar cada una de tus plantas. Aunque la regla que mejor funciona es comprobar si el sustrato está húmedo o seco. Lo mejor es regar cuando el sustrato esté seco o prácticamente seco, más o menos cada 6-7 días pero sólo aquellas macetas que lo necesiten. Lo ideal es que compruebes la humedad antes de regar y si ves que el sustrato permanece semana tras semana húmedo ¡mala señal!, es posible que tu planta esté encharcada.
Para ver el nivel de humedad, existen varias técnicas, desde higrómetros profesionales hasta la técnica ancestral de meter un dedo en el sustrato unos centímetros de profundidad y verificar si está húmedo o seco. Otra técnica es sopesar la maceta ya que el sustrato mojado siempre pesa más. Si la maceta es de terracota puedes darle unos golpecitos para ver si suena hueco (sustrato seco) o sordo (sustrato húmedo).

Hidrojardineras de con múltiples diseños y tamaños
 ya a la venta en http://www.tiendadeljardin.com
En cuanto al cuanto regar… es mejor quedarse corto de agua que pasarse, sobre todo en invierno. Una norma aproximada podría ser regar en torno al 10-20% del volumen de la maceta. 

La mejor manera de dosificar el agua de tus plantas es recurrir a una maceta de autoriego con las que podrás regular cuando y cuando regar cada planta.

  • Consejos para no encharcar tus plantas

Cuida que el agua de riego sea la más adecuada a cada tipo de planta. El agua de Burgos es demasiado caliza para algunas plantas y concretamente perjudicial para las acidófilas. Si deseas cultivar estas plantas deberás recurrir al agua de lluvia o al agua mineral de mineralización débil.
Consulta la mejor forma de regar cada planta, a algunas las gusta que las riegues llenando su platillo de agua para que sea absorvido por sus raíces a través de los aujeros de las macetas, como por ejemplo las bulbosas. Otras prefieren ser regadas por inmersión, sumergiendo la maceta en cubo de agua y dejando que escurra el exceso de agua, como por ejemplo las cestas colgantes.
Las macetas pequeñas deberás regarlas con más frecuencia que las de mayor volumen. Igualmente que si las plantas son grandes, ya que al tener mayor volumen, transpiran más y las raíces absorben más rápido la humedad de la maceta.
Riega frecuentemente pero con mucho cuidado de no encharcar las plantas jóvenes que son más débiles.
Riega suavemente, sin que el agua moje las hojas y flores; las regaderas con alcachofa son ideales para ello.
Evita regar las horas de mas calor del día, para que las gotas de agua que puedan quedar sobre las hojas no actúen como lupa con el sol.
Es mejor que riegues con agua reposada y a temperatura ambiente. Lo mejor es dejarla reposar la noche anterior.
Ten cuidado si sacas tus plantas cuando llueva a la calle, en esta época son frecuentes los chubascos y estar en el exterior cuando llueve con tanta fuerza puede dañarlas. Además de humedecer tanto el sustrato que se formen bolsas de agua bajo la superficie del sustrato con los consiguientes problemas de pudrición, hongos...
Quita el agua que ha sobrado de regar tus plantas y que ha quedado en el platillo 20 minutos después de regar para evitar que se puedan pudrir las raíces.
Cuida que los aujeros de drenaje de tus macetas no estén obstruidos. Es algo que pasa con frecuencia, que se obstruyan y la maceta deje de drenar bien.

  • Curar una planta encharcada

Si tu planta ya muestra los signos de haberla regado en exceso una planta siempre puedes intentar recuperarla.
Lo primero es retirar el sustrato húmedo. Para ello saca el cepellón de la maceta y retira toda la tierra que puedas de alrededor de las raíces pero sin dejarlas desnudas y cuidando mucho de no dañarlas. Mira que no haya ninguna podrida, si es así deberás cortarla y dar cicatrizante. Envuelve las raíces en papel de periódico o de cocina y deja descansar tu planta en un lugar tranquilo, protegido de las inclemencias del tiempo pero también de los golpes de calor de la calefacción y de las corrientes de aire. Cambia la envoltura de papel cuantas veces sea necesario hasta que queden las raíces secas. Devuelve entonces las planta a su maceta con sustrato nuevo, abono de liberación lenta y tratamiento preventivo contra los hongos, que pueden aprovechar estos momentos de convalecencia para atacarla. Déjala varios días sin regar y estate atento a posibles enfermedades oportunistas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario