enlace a la tienda del jardin

martes, 12 de abril de 2016

Tasplanta árboles y arbustos con éxito

Ahora, al principio de la primavera es el mejor tiempo para trasplantar árboles y arbustos en el jardín. Los trasplantes mueren con más facilidad si son trasplantados tarde en el verano o temprano en el otoño, especialmente las coníferas.
Trate de mover árboles solamente si su tronco es de menos de 2,5 cm., y arbustos pequeños solo si no hubiera ayuda profesional a la mano. El obtener el cepellón firme e intacto al remover un árbol o arbusto mediano o grande, es difícil para una persona que no tiene las habilidades de hacerlo. Si no lo haces correctamente, pueden dañarse gravemente o morir en el proceso.
Tanto si decides traer un nuevo árbol o arbusto a tu hogar, como si decides trasladar los ya existentes, debes tener mucho cuidado cuando lo hagas, pues es una operación que puede implicar riesgos. Si el árbol no está en sus mejores condiciones puede sufrir enormemente e incluso morir. Aunque nunca tenemos un 100% de probabilidades de que triunfen nuestros trasplantes, debes seguir varias normas para incrementar la posibilidad de éxito.





  • Distancia de plantación.

En el caso de los árboles y arbustos, calcular y tener en cuenta el tamaño que alcanzarán de adultos es especialmente importante para determinar correctamente dónde se han de plantar en relación con otras plantas, la vivienda o la piscina.


  • Debes trasplantar en el momento idóneo.

Las plantas que se venden en los centros de jardinería están preparadas para ser plantadas en cualquier época del año. No obstante, hay meses más adecuados que otros. En el caso de los árboles y arbustos de hoja caduca, lo ideal es esperar que entren en su fase de parada vegetativa y plantarlos en otoño o invierno. Septiembre es el mes ideal para plantar madroños, adelfas, olivos, laureles y numerosos arbustos de bayas. Octubre, en cambio, es el más adecuado para plantar o trasplantar los arbustos de floración invernal: avellano mágico (Hamamelis mollis), membrillero del Japón(Chaenomeles speciosa), kerrias, rosales (también en febrero) y coníferas en general. Diciembre es buena época para plantar o trasplantar ginkgos, liquidámbares y catalpas, siempre que el suelo no esté helado.
Esta precaución deberá extremarse cuando se trata de un trasplante de suelo a suelo, ya que al perder el ejemplar inevitablemente parte de sus raíces, las hojas en desarrollo sufrirían por falta de agua. No todas las especies toleran esa pérdida. Si el suelo está helado, muy empapado o demasiado reseco, es mejor que no trasplantes nada.
Una buena época para traer nuevos ejemplares a tu jardín es ahora, a principios de primavera después que la tierra se descongele y antes que comiencen a brotar los retoños del árbol o arbusto.
Para plantar un árbol o arbusto, especialmente si va a ser en el suelo, conviene que escojas un día fresco y sin viento. Debes eliminar las malas hierbas antes de cavar el hoyo.


  • Elige el lugar correcto para la ubicación definitiva.

Antes de trasplantar un árbol o arbusto, comprueba que la ubicación que has elegido es la correcta.
Hay árboles y arbustos que necesitan mucha luz y otros que sólo prosperan en áreas de semisombra. Asegúrate de que la iluminación es la correcta. Comprueba que el pH del sustrato es el correcto e intervén para corregirlo si es necesario. Comprueba que la humedad y el drenaje son los correctos y mira que no sea una zona con demasiada exposición al viento.


  • Poda de raíces para el trasplante. Cuando y como.

Si no quieres que el árbol o arbusto que vayas a trasplantar siga creciendo, una manera de impedirlo es podar las raíces en el momento del trasplante. Esto debe realizarse durante el período de reposo para evitarle estrés. Desde finales del otoño al invierno, o durante la estación seca en el caso de los climas suaves. Si tienes que hacerlo en otra época del año es conveniente que dejes el cepellón más grande.
Para hacerlo correctamente sigue estos pasos.
  1. Extrae la planta del tiesto. Podar las raíces que salen por los agujeros de drenaje y sumergir la planta en agua unos minutos (sin pasarse) para que sea más fácil extraerla de la maceta. En algunos casos será necesario romper el tiesto.
  2. Reduce el cepellón con la ayuda de un cuchillo filoso o unas tijeras de podar, como máximo un tercio. Conviene desenredar las raíces y cortarlas. El volumen del cepellón puede reducirse a dos tercios del tamaño inicial.
  3. A renglón seguido se debe proceder como en cualquier trasplante.

  • Como trasplantar un árbol o un arbusto de porte pequeño.

Para trasplantar un árbol o arbusto, sujeta sus ramas ligeramente para que no interfieran cuando comencemos a escavar y saquemos el cepellón. Aprovecha para podar las ramas viejas y largas cercanas al nivel de la tierra. Escarbe una zanja de unos 60 cm. de profundidad a unos 30 o más centímetros alrededor del cepellón del árbol o arbusto. Utiliza siempre la pala escavando hacia afuera, alejándote del centro de la planta para evitar dañar las raíces o quebrar el cepellón. Ve cortando con mucho cuidado alrededor del árbol.
Recorta alrededor del cepellón, las raíces con un serrote. Los cortes deben ser precisos. Envuelve el cepellón con una lona y sujétala pero sin apretarla. Cuidado con dañar las raíces. Continúa escarbando cuidadosamente hasta que el cepellón se encuentra en un tipo de pedestal. Inclina cuidadosamente el árbol y su cepellón y amarre la lona en la parte inferior del mismo. Puedes usar un cabestrillo hecho de lona o cinchas fuertes y anchas para sujetar y extraer el árbol fuera del hoyo.
Evite que se seque.
En este proceso traumático, el árbol o el arbusto sufre mucho y puede secarse. Riégalos 2-3 días antes del trasplante si la tierra que lo rodea está seca. Cuando llegue el momento del trasplante, cubra las raíces con una tela húmeda como arpillera o lienzo, lo cual contribuirá a retener la humedad.


  • Siembralo lo antes posible.

Es posible almacenar el árbol y no sembrarlo inmediatamente, pero lo ideal es sembrar lo trasplantado cuanto antes. Si va a guardarlo en algún sitio, evita cubrir sus raíces con plástico, pues las sofocaría poniendo en peligro la vida de tu árbol o arbusto. Protegelos, mientras los almacenas, de las temperaturas extremas, el viento y la luz solar directa.


  • Siembralo adecuadamente.

El agujero para sembrar debe ser de 2-3 veces más amplio que las raíces. Si lo siembras en tierra seca, riega previamente el agujero antes de sembrar, y asegurate de sembrar el árbol o arbusto a la misma profundidad donde crecía originalmente. Cuida de sembralo, siempre que sea posible, con la misma orientación con relación al sol que tenía previamente.
Usa un sustrato específico para trasplantes que dará a tu árbol o arbusto nutrientes y hormonas de enraizamiento que le ayudarán a arraigar con mayor éxito.


  • Trazar un alcorque.

Alrededor del árbol o arbusto es conveniente excavar un alcorque que contribuirá a un mayor aprovechamiento del agua de lluvia y riego.
Como y cuando entutorar.
A lo largo de los primeros años de vida de un árbol y de ciertos arbustos, la guía de un tutor contribuirá a su buen desarrollo y le ayudará a resistir sin quebrarse los embates del viento. Existen varias formas de estacar un árbol: según las características del ejemplar, el tamaño de la copa, y la fuerza y frecuencia del viento en la zona. Lo más simple suele ser una estaca vertical clavada en el suelo a 45º de la dirección del viento, a la que se debe atar el ejemplar justo antes del nacimiento de las ramas.
Debes colocar las estacas en el hoyo preferentemente justo antes de introducir el cepellón. Si lo hicieras después de la plantación se corre el riesgo de dañar las raíces al clavarlas o de que el ejemplar no quede bien sujeto.
Las tiras de goma o tela engomada son el material más utilizado para sujetar el árbol a sus tutores ya que son son muy resistentes a la intemperie. Cuida de que las tiras no produzcan heridas en la corteza ni puedan estrangular el tronco con el tiempo.
Debes atar el tutor al ejemplar justo después de apisonar la tierra y antes de hacer el alcorque y regar. Debes sujetarse al árbol inmediatamente después de la rama más baja. Según sea el tamaño de la copa, deberás usar un doble, triple o cuádruple tutor, formado por una estructura de dos a cuatro estacas clavadas en el suelo y unidas entre sí por tablas horizontales. Este sistema contribuirá de forma eficaz a mantener el equilibrio de tu árbol mientras enraiza.

Fuente: www.verdeesvida.es
  • Si el árbol es muy grande, contrate a un profesional.

 El trasplante de árboles grandes es un trabajo que se les debe dejar a los profesionales, pues pudiera ser una labor muy difícil para los dueños de viviendas, y el árbol podría morir si no se hace adecuadamente. El trasplante de árboles grandes debe programarse con tiempo, pues se deben preparar los ejemplares con dos o más años de anticipación. Durante el verano anterior es conveniente una 1ª fertilización inorgánica para que el árbol acumule reservas.
Primeramente debe reducirse la copa a un tercio o a la mitad. Debemos dar forma de nuevo al árbol para compactarlo con vista a mejorar el trasporte.
Luego se debe reducir el cepellón de tierra a trasladar a la mitad. Ambas tareas tienden a reducir el volumen del ejemplar para poderlo manejar mejor. La poda correctora y la reducción del tamaño permiten reducir el número de roturas durante el movimiento y las tareas previas permiten cicatrizar muchas de las heridas pequeñas, lo que reduce considerablemente el estrés que sufre el árbol durante el traslado.
Durante el invierno siguiente se termina de definir el cepellón a trasladar. A fin de año se lo corta y se procede al traslado. Al izarlo se debe colocar una protección en la base del tronco desde donde se lo toma, ya que el cepellón de tierra es más pesado que la parte aérea. Durante el traslado es conveniente envolver el cepellón de tierra y la parte aérea con polietileno para disminuir roturas y pérdida de agua.
Es muy importante que los ejemplares se coloquen conservando la orientación original, para ello se les marca el Norte antes de moverlos y luego con una brújula se realiza la plantación. Esto se debe a que la resistencia de las ramas a los vientos se desarrolló en ese clima y con esa iluminación, pero si el nuevo sitio es ambientalmente muy distinto (porque su nueva ubicación está cerca de edificios u otros árboles), deben estudiarse sus modificaciones y actuar en consecuencia, teniendo en cuenta que las ramas se quiebran mucho más en contra del sentido de la gravedad.

Se debe respetar la profundidad de tal manera que la corona quede a la altura original. En el caso de las coníferas, o en zonas de suelos compactos con posibilidad de anoxia se puede elevar la corona y realizar un pequeño domo

Después de colocarlo en su nueva ubicación, se se debe asegurar el tronco para evitar movimientos hasta unos cinco años luego del trasplante definitivo, para ello se clavan bulones o pernos pasantes a diferente altura siempre más alto el de la rienda del sur, y se realiza una poda menor de conformación definitiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario