Hay veces que a la
hora de cultivar tu jardín o tu huerto te encuentras con que la
calidad del sustrato no es la indicada para conseguir los resultados
que esperas. Pero hay formas de mejorar la composición del suelo
con una enmienda.
La enmienda es el
aporte de un producto fertilizante o de materiales destinados a
mejorar la calidad del sustrato para ajustar sus estructura,
composición y pH.
Hay varios tipos de
enmiendas y dependiendo de cual sea el problema de origen y las
necesidades del cultivo deberás aplicar una u otra.
Están formados por
productos orgánicos que aportan humus, lo que favorece la retención
de agua, mejora su estructura haciéndola menos compacta, aumenta su
capacidad de quelación y aumenta la disponibilidad de nutrientes
para tus plantas.
Se realizan
añadiendo al suelo materiales orgánicos, como paja, hojas,
mantillo, tierra de brezo o de castaño, estiércol... El compost y
la turba se suelen utilizar tanto para fertilizar como para prevenir
la infestación de plagas.
Estas enmiendas
también funcionarán como fertilizantes orgánicos a medida que
mejoran las propiedades del suelo y esto hará que tus plantas
crezcan más sanas. Las enmiendas orgánicas suelen mejorar la vida
del ecosistema del sustrato. Los hongos, bacterias útiles y gusanos
beneficiosos tendrán más fácil su proliferación.
No todas las
enmiendas orgánicas funcionan con la misma rapidez. Algunas, como
los recortes de estiércol y pasto comienzan a descomponerse
rápidamente y pueden mejorar el sustrato rápidamente. Pero si
buscas una enmienda que sea duradera es mejor recurrir al uso de
compost, turba, astillas de madera, cortezas… que se descomponen
más lentamente pero sus efectos de mejora del suelo son de larga
duración.
Enmiendas del pH.
Suelen realizarse
añadiendo calizas, calizas dolomíticas o azufre al sustrato para
modificar la alcalinidad o acidez del suelo. Aunque también existen
enmiendas orgánicas que actúan sobre la vida microbiana del suelo,
lo que a la vez trae un cambio en el pH. Algunos de los elementos
que se añaden pueden también ser fertilizantes.
-
Las enmiendas básicas afectan afectan a las propiedades físicas y químicas del suelo haciéndolo más apto para el cultivo.
-
Si tienes un suelo demasiado ácido, su acidez se neutraliza con un tratamiento alcalino. Para ello se utilizan varios productos, uno de los más eficaces es la cal.
-
Si tu suelo es demasiado alcalino, como suele pasar en Burgos, puedes usar fertilizantes acidificantes, como el sulfato de amonio, el fosfato monoamónico o fosfato diamónico.
-
Para enmendar suelos salino y sódicos se suelo usar azufre o yeso.
Enmiendas
inorgánicas.
Son productos que se
encuentran en Centros Comerciales especializados que aunque no son
orgánicos transforman la composición mineral del suelo haciéndolo
más eficiente.
Pueden ser desde
neumáticos trizados, restos de cerámica, gravilla, arena...
¿Cuál es el
apropiado?
Para escoger el más
apropiado a tus necesidades debes tener en cuenta:
Las características
originales del suelo. Su textura, pH o salinidad
Lo que quieres
cultivar. No es lo mismo que quieras cultivar acidófilas, un jardín
de xerófilas, o que quieras cultivar un huerto
Aún así hay unas
normas fundamentales:
- Los suelos arenosos aumentarán su capacidad de retención de humedad con una enmienda de turba.
- Los suelos arcillosos mejoran su aireación si se los enmienda con arena.
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