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viernes, 25 de noviembre de 2016

Enmiendas del suelo

Hay veces que a la hora de cultivar tu jardín o tu huerto te encuentras con que la calidad del sustrato no es la indicada para conseguir los resultados que esperas. Pero hay formas de mejorar la composición del suelo con una enmienda.
La enmienda es el aporte de un producto fertilizante o de materiales destinados a mejorar la calidad del sustrato para ajustar sus estructura, composición y pH.

Hay varios tipos de enmiendas y dependiendo de cual sea el problema de origen y las necesidades del cultivo deberás aplicar una u otra.


 Enmiendas orgánicas.
Están formados por productos orgánicos que aportan humus, lo que favorece la retención de agua, mejora su estructura haciéndola menos compacta, aumenta su capacidad de quelación y aumenta la disponibilidad de nutrientes para tus plantas.

Se realizan añadiendo al suelo materiales orgánicos, como paja, hojas, mantillo, tierra de brezo o de castaño, estiércol... El compost y la turba se suelen utilizar tanto para fertilizar como para prevenir la infestación de plagas.

Estas enmiendas también funcionarán como fertilizantes orgánicos a medida que mejoran las propiedades del suelo y esto hará que tus plantas crezcan más sanas. Las enmiendas orgánicas suelen mejorar la vida del ecosistema del sustrato. Los hongos, bacterias útiles y gusanos beneficiosos tendrán más fácil su proliferación.

No todas las enmiendas orgánicas funcionan con la misma rapidez. Algunas, como los recortes de estiércol y pasto comienzan a descomponerse rápidamente y pueden mejorar el sustrato rápidamente. Pero si buscas una enmienda que sea duradera es mejor recurrir al uso de compost, turba, astillas de madera, cortezas… que se descomponen más lentamente pero sus efectos de mejora del suelo son de larga duración.


Enmiendas del pH.
Suelen realizarse añadiendo calizas, calizas dolomíticas o azufre al sustrato para modificar la alcalinidad o acidez del suelo. Aunque también existen enmiendas orgánicas que actúan sobre la vida microbiana del suelo, lo que a la vez trae un cambio en el pH. Algunos de los elementos que se añaden pueden también ser fertilizantes.
  • Las enmiendas básicas afectan afectan a las propiedades físicas y químicas del suelo haciéndolo más apto para el cultivo.
  • Si tienes un suelo demasiado ácido, su acidez se neutraliza con un tratamiento alcalino. Para ello se utilizan varios productos, uno de los más eficaces es la cal.
  • Si tu suelo es demasiado alcalino, como suele pasar en Burgos, puedes usar fertilizantes acidificantes, como el sulfato de amonio, el fosfato monoamónico o fosfato diamónico.
  • Para enmendar suelos salino y sódicos se suelo usar azufre o yeso.

Enmiendas inorgánicas.
Son productos que se encuentran en Centros Comerciales especializados que aunque no son orgánicos transforman la composición mineral del suelo haciéndolo más eficiente.
Pueden ser desde neumáticos trizados, restos de cerámica, gravilla, arena...


¿Cuál es el apropiado?
Para escoger el más apropiado a tus necesidades debes tener en cuenta:
Las características originales del suelo. Su textura, pH o salinidad
Lo que quieres cultivar. No es lo mismo que quieras cultivar acidófilas, un jardín de xerófilas, o que quieras cultivar un huerto

Aún así hay unas normas fundamentales:
  • Los suelos arenosos aumentarán su capacidad de retención de humedad con una enmienda de turba.
  • Los suelos arcillosos mejoran su aireación si se los enmienda con arena.






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