Perros en tu jardín

La convivencia de tu mejor amigo con tu jardín puede parecer algo difícil, pero con unas pequeñas adaptaciones puedes conseguir que tu perro y tu podáis disfrutar del jardín en paz.

La convivencia con tus plantas también depende de la raza, la edad y la educación del perro. Un cachorro puede ser educado para respetar las plantas, pero si tu perro es adulto, puede ser algo más difícil de conseguir.

• Un aspecto importante para conseguir esto, es que tu perro no te vea excavar la tierra. No entenderá que sea algo prohibido cuando te lo ve hacer a ti.
• La norma de no acercarse a las plantas delicadas o los parterres de flores debe ser constante y firme desde un primer momento. Las normas deben quedar claras.
• Para que tu perro no mordisquee las hojas y los tallos, puedes untarlos con un amargante antimordeduras.
• Acostumbralo a hacer sus necesidades en una zona determinada que siempre debes mantener limpia. Así no dejará sorpresas entre las plantas o zonas decoloradas en el césped.
• Si ves que tu perro marca el jardín orinando, no lo riñas, al ser un lugar abierto sigue su instinto e intenta marcarlo. Para evitar los amarilleamientos y olores, puedes neutralizar la orina regando inmediatamente
• No siempre es fácil, porque el animal se siente libre en un jardín abierto y tiende a marcar territorio orinando. Si se lo ve hacerlo, se puede neutralizar el orín regando en abundancia lo antes posible.
• Juega con tu perro y hazle hacer ejercicio. Muchas veces los comportamientos destructivos de tu mascota, están producidos por falta de atención, ejercicio o directamente por aburrimiento.

La educación de tu mascota es muy importante, pero también puedes adaptar algunas características de tu jardín para facilitar la convivencia de tus plantas y tu mascotas.

• Compartimenta el espacio, creando un circuito de caminos que discurra entre jardineras o parterres para ayudar a canalizar la energía de tu perro, así tendrá menos ganas de escavar. Tu perro muchas veces te marcará los senderos que más le guste patrullar, puedes aprovechar para pavimentarlos o cubrirlos con arena u otros materiales que no dañen sus patas.
• Tu perro se considera el guardián de tu jardín. Forma parte de su hogar y por lo tanto de su territorio que debe vigilar y defender. Para ello explora el terreno y persigue a cualquier anima que considere intruso, y mientra patrulla, es posible que dañe las plantas. Para evitarlo, es mejor que compartimentes el espacio y valles o eleves los parterres o zonas cultivadas. Para protegerlas, puedes rodearlas de rocas puntiagudas o varas clavadas entre las plantas para que tu mascota evite esas zonas.
• Mantén despejado el perímetro del jardín, tu perro lo considera los límites de su territorio y por lo tanto la zona donde más se debe patrullar.
• Reserva una parte del jardín para específicamente para tu perro, donde estén sus juguetes favoritos, una zona a la sombra para descansar e incluso una piscina de arena para escavar.
  Si colocas un refugio sombreado, tu perro no buscará otros escondrijos entre tus plantas. La mejor idea es una caseta donde se sienta cómodo con un recipiente de agua abundante, algo de comida y algún juguete.
• Hay varias plantas ornamentales que resultan muy tóxicas para tu perro si las ingiere e incluso si entra en contacto con su piel. Ten especial cuidado con los cachorros, que intentan mordisquearlo todo; aunque también los perros adultos pueden intentar mordisquear los tallos o frutos que se encuentren a su alcance.
  La lista des especies tóxicas es muy amplia, pero las más comunes y con las que debes tener cuidado son:
  • Árboles cuyo fruto resulta tóxico para tu perro: peras, manzanas y sobre todo uvas
  • Hortalizas: patatas, ajos, tomates o brócoli.
  • Plantas ornamentales: adelfas, amarilis, higuerillas, dedaleras, loterías, trompeteros, lirios, tulipanes, dalias, narcisos, gardenias, crisantemos...

Para saber más:

ASPCA (Asociación Norteamericana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales). Su web ofrece una exhaustiva base de datos sobre plantas y fertilizantes tóxicos.