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miércoles, 20 de julio de 2016

¿Césped amarillo?


Normalmente cuando tu césped empieza a amarillear lo primero que piensas es que no estás regando lo suficiente, pero esto puede ser un gran error. El amarilleamiento del césped puede estar producido por otras causas y aumentar el riego puede agravarlas. 

Tu césped también puede amarillear por:

  • Regar a destiempo.

Si estas regando en las horas centrales del día o cuando el sol aún incide con fuerza estas quemando el césped. Las gotas de agua que quedan sobre las hojas hacen de lupa con los rayos del sol y las hojas se queman. En estos meses de verano debes regar a primera hora de la mañana o a la puesta de sol, aunque esté nublado, para evitar este efecto

  • Regar demasiado.

Es un problema más común de lo que piensas. Al subir las temperaturas debes regar más veces y en mayor cantidad, pero sin que el suelo quede encharcado, pues esto pudrirá las raíces del césped, y entonces amarilleará.

  • Drenaje incorrecto.

Relacionado con la anterior, produce el mismo efecto, tu césped se ahoga y se pudre. Si este es tu problema y compruebas que hay zonas de tu jardín que se encharcan con facilidad puedes tomar varias medidas:
  • Costuye una red de drenaje para ayudar a evacuar el agua de las zonas donde queda retenida.
  • Mejora la estructura del suelo con un sustrato específico para praderas.
  • En los casos más graves deberás airear el césped abriendo pequeños orificios en la superficie del sustrato de unos 10 cm para conseguir que el aire penetre hasta las raíces del césped para llenarlos después de arena que absorberá el exceso de humedad.


  • Tierra compactada.

Con el paso del tiempo, el césped genera una gran cantidad de raíces muertas en sus base que acaban por asfixiar a las raíces nuevas. Si no has escarificado tu césped al principio de la primavera no debes olvidarte de hacerlo al final del verano. El escarificado consiste en airear la tierra abriendo surcos muy estrechos en superficie (como arañándola) para romper los la compactación de raíces o de tierra que hubiese en el lugar. Ayuda a que el suelo absorba el agua y los nutrientes con mayor facilidad, disminuye la creación de musgo y hace que el césped crezca más denso y fuerte.

  • Hongos

Las plagas de hongos comienzan como manchas de césped amarillo que van en aumento. Hay multitud de infecciones fúngicas que pueden destruir tu pradera muy rápidamente, pero detectar la que lo afecta en concreto es vital para usar un remedio específico que sea realmente eficaz. Consulta con los expertos de tu centro de jardinería para identificarlo correctamente.

  • Carencia de nutrientes.

Tu césped puede amarillear porque tiene hambre. Con el tiempo tu césped va consumiendo los nutrientes del sustrato y si no los renuevas cada cierto tiempo tu césped ofrecerá un aspecto agotado. Evitalo abonando al menos dos veces al año o elige un abono que puedas usar cuando tu césped te lo pida pero sin producir quemaduras. Consulta en tu centro de jardinería cuan es el más adecuado a tus necesidades y la dosificación más adecuada.

  • Exceso de abono.

Si has abonado en exceso con un abono mineral rico en nitrógeno, puedes haber quemado el césped. Para solucionarlo riega copiosamente y no abones en una temporada.
El abono no es el apropiado

Si el abono no ha sido correctamente distribuido o utilizas mantillos de estiércol mal descompuestos, tu césped se quemará y amarilleará. Este es un error que se detecta con facilidad cuando veas que tu césped desprende olores desagradables producidos por la fermentación del estiércol.

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