Normalmente cuando
tu césped empieza a amarillear lo primero que piensas es que no
estás regando lo suficiente, pero esto puede ser un gran error. El
amarilleamiento del césped puede estar producido por otras causas y
aumentar el riego puede agravarlas.
Tu césped también puede
amarillear por:
- Regar a destiempo.
Si estas regando en
las horas centrales del día o cuando el sol aún incide con fuerza
estas quemando el césped. Las gotas de agua que quedan sobre las
hojas hacen de lupa con los rayos del sol y las hojas se queman. En
estos meses de verano debes regar a primera hora de la mañana o a la
puesta de sol, aunque esté nublado, para evitar este efecto
- Regar demasiado.
Es un problema más
común de lo que piensas. Al subir las temperaturas debes regar más
veces y en mayor cantidad, pero sin que el suelo quede encharcado,
pues esto pudrirá las raíces del césped, y entonces amarilleará.
- Drenaje incorrecto.
Relacionado con la
anterior, produce el mismo efecto, tu césped se ahoga y se pudre.
Si este es tu problema y compruebas que hay zonas de tu jardín que
se encharcan con facilidad puedes tomar varias medidas:
- Costuye una red de drenaje para ayudar a evacuar el agua de las zonas donde queda retenida.
- Mejora la estructura del suelo con un sustrato específico para praderas.
- En los casos más graves deberás airear el césped abriendo pequeños orificios en la superficie del sustrato de unos 10 cm para conseguir que el aire penetre hasta las raíces del césped para llenarlos después de arena que absorberá el exceso de humedad.
- Tierra compactada.
Con el paso del
tiempo, el césped genera una gran cantidad de raíces muertas en sus
base que acaban por asfixiar a las raíces nuevas. Si no has
escarificado tu césped al principio de la primavera no debes
olvidarte de hacerlo al final del verano. El escarificado consiste
en airear la tierra abriendo surcos muy estrechos en superficie (como
arañándola) para romper los la compactación de raíces o de tierra
que hubiese en el lugar. Ayuda a que el suelo absorba el agua y los
nutrientes con mayor facilidad, disminuye la creación de musgo y
hace que el césped crezca más denso y fuerte.
- Hongos
Las plagas de hongos
comienzan como manchas de césped amarillo que van en aumento. Hay
multitud de infecciones fúngicas que pueden destruir tu pradera muy
rápidamente, pero detectar la que lo afecta en concreto es vital
para usar un remedio específico que sea realmente eficaz. Consulta
con los expertos de tu centro de jardinería para identificarlo
correctamente.
- Carencia de nutrientes.
Tu césped puede
amarillear porque tiene hambre. Con el tiempo tu césped va
consumiendo los nutrientes del sustrato y si no los renuevas cada
cierto tiempo tu césped ofrecerá un aspecto agotado. Evitalo
abonando al menos dos veces al año o elige un abono que puedas usar
cuando tu césped te lo pida pero sin producir quemaduras. Consulta
en tu centro de jardinería cuan es el más adecuado a tus
necesidades y la dosificación más adecuada.
- Exceso de abono.
Si has abonado en
exceso con un abono mineral rico en nitrógeno, puedes haber quemado
el césped. Para solucionarlo riega copiosamente y no abones en una
temporada.
El abono no es el
apropiado
Si el abono no ha
sido correctamente distribuido o utilizas mantillos de estiércol mal
descompuestos, tu césped se quemará y amarilleará. Este es un
error que se detecta con facilidad cuando veas que tu césped
desprende olores desagradables producidos por la fermentación del
estiércol.
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