Muchas veces pasa que tu gato o los perros cuando son cachorros rechazan el beber agua de un cuenco. Esto es muy grave ya que se pueden deshidratar con facilidad sobre todo en estos meses de verano cuando el calor aprieta. Esto suele producirse porque tus mascotas son más sensibles a la falta de oxígeno que se produce cuando el agua se queda retenida en un envase. Esta es también la razón por la cual algunos gatos o perros beben del inodoro, ya que en ellos el agua se renueva. Si no quieres tener que estar a abrirle el grifo a tu gato o cachorro cada vez que tenga sed, o tener que obligarlo a beber para que no enferme, piensa en usar una fuente para que beban.
Con mis gatos yo tenía ese problema, rechazaban el cuenco y no querían beber más que agua del grifo. Pero de la fuente de adorno bebían. Como no sabía si los materiales con los que está fabricada la fuente podían ser peligrosos para ellos no les dejaba beber de ella. Decidí fabricarles su propia fuente. Si quieres fabricar la tuya propia es más fácil de lo que parece.

Para unirlo todo debes un adhesivo especial para uniones bajo el agua, con fibra de vidrio, pero también puedes usar una barrita arreglatodo o silicona especial baños.
Antes de comenzar debes lavar los recipientes con agua y unas gotas de lejía y después los deslavarlos con agua del grifo varias veces.
Con los recipientes bien secos debes proceder a sujetar la bomba a la base del cubremacetas con un poco del adhesivo.
Después debemos insertar el tubo en el agujero de la maceta y unirlo a la salida de la bomba.
Al unir los dos recipientes, debes dejar un hueco sin unir para facilitar el retorno del agua a la bomba.


Por último sujeta la piedra de río en su lugar.
Dependiendo del adhesivo que uses deberás esperar a que fragüe completamente antes de ponerla en funcionamiento.
Debes llenarla de agua antes de ponerla en funcionamiento. Las bombas de acuario se rompen si se usan sin estar totalmente sumergidas, así que deberás rellenar la fuente antes de que el agua llegue a la mitad.
¡Ya está!
Dales tiempo si al principio la tienen miedo o se niegan a usarla. Cada animal necesita su tiempo para adaptarse a los cambios.
Cambia el agua de la fuente cada uno o dos días y límpiala con jabón neutro al menos una a la semana para evitar la proliferación de algas
Si no te atreves a hacerla tu mismo, existen en el mercado fuentes especiales para mascotas que al mantener el agua en movimiento no son rechazadas como el típico cuenco. Básicamente cuentan con una bomba de agua y un recipiente para recogerla. Algunas utilizan un filtro para purificar el agua, algo muy útil en zonas donde el agua del grifo es demasiado caliza o lleva demasiado cloro. La adaptación a este sistema es más fácil en los perros, a los les cuesta más, pero una vez que se acostumbren a beber de su fuente ya no querrán otro.
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