Ahora que empieza el
buen tiempo las familias y amigos empiezan a reunirse en torno a una
barbacoa. Estos aparatos te permiten disfrutar preparando divertidas
celebraciones en las que preparas la comida que más te gusta de una
forma rápida, deliciosa y sana.
- Elige tu barbacoa
Hace tiempo que las
barbacoas dejaron de ser una complicada obra de ladrillos en las que
encender fuego y colocar una parrilla con la carne o el pescado en
contacto con el calor. Ahora puedes encontrar barbacoas que son
auténticas cocinas y sacan el “chef” que llevas dentro; y
modelos que por su pequeño tamaño te permiten disfrutar de una
auténtica parrillada en la terraza o jardín más pequeño. Además
dentro de cada tipo hay varios estilos para que puedas integrarlas
sin problemas dentro del diseño de tu jardín o terraza.
Si tienes un gran
jardín lo ideal es escoger un lugar propio para que instales una
barbacoa de obra o una modular para poder adaptar su diseño y
estructura a tus deseos. Pero si tienes un jardín o terrazas
pequeños no debes renunciar este placer, ya que las barbacoas
portátiles te permitirán disfrutar de una parrillada sin perder
espacio útil; ya que se pueden guardar en un espacio reducido
después de su uso. En este tipo de barbacoas puedes elegir entre un
gran número de modelos y tamaños, desde modelos pequeños para usar
en tu terraza hasta modelos con doble parrilla, mesa con ruedas y
varias bandejas.
Ahora tu decides
cual método te convence más:
Las que funcionan
con el combustible “de toda la vida”, alimentando tu barbacoa con
madera, briquetas o carbón vegetal. El carbón es el método
preferido por aquellos que buscan dar a sus platos un sabor más
intenso, ya que alcanza temperaturas más elevadas y es mucho más
barato que el gas o la leña.
Las que funcionan
con gas son mucho más sencillas de usar ya que se encienden con sólo
pulsar un botón. El gas tiene además la ventaja de que puedes
ajustan la intensidad de la llama a tu gusto y puede alcanzar
temperaturas elevadas con lo que tienes mayor libertad para cocinar.
Las eléctricas son
las más sencillas, prácticas y ligeras, especialmente indicadas
para jardines o terrazas de espacio limitado donde hay un enchufe
cerca.
Eso sí hay tres
principios a la hora de escoger una barbacoa.
- Debe ser de calidad. Es mejor y más barato que inviertas en un modelo que puedas usar varios años que “ahorrar” teniendo que comprar una barbacoa cada año.
- Elige un modelo estable y colócala en un sitio en el que no pueda volcar. Evita accidentes eligiendo modelos de buenos materiales que no puedan ser volcados por un golpe de viento o un tropezón. Incluso si usas una barbacoa eléctrica, si vuelca es muy peligrosa.
- Compra en un sitio de confianza. Ten en cuenta que vas a cocinar con ella, así que asegúrate que no esté fabricada con elementos que desprendan productos tóxicos cuando los acerques a una fuente de calor. La primera regla debe ser tu seguridad.
- Como encender tu barbacoa
Encender tu barbacoa
no es difícil, simplemente hay que seguir distintos pasos según
funcione con leña o carbón, gas o electricidad.
Si tienes una
barbacoa de leña o carbón debes llenarla con las astillas de
madera, briquetas o carbón vegetal. Pon dos o tres cubos
encendedores sobre la parrilla de asar y enciende el fuego. Tu
barbacoa esta lista cuando las astillas, las briquetas o el carbón
vegetal están incandescentes y en el caso de las astillas o las
briquetas veas que están cubiertas de una fina capa de cenizas. Ya
puedes colocar la parrilla y empezar a cocinar.
Si tienes una
barbacoa de gas debes asegurarte de que la bombona de gas es para uso
exterior y tiene el descompresor de propano incluido. Con los
botones de ajuste de los quemadores apagados abre la entrada de gas,
ajusta el quemador y aprieta el botón de encendido. Deberás oír
la chispa al encenderse, aunque a veces hay que repetir la operación.
Asegúrate de que la
llama esta encendida antes de activar los demás quemadores. Ya
puedes bajar la parrilla y empezar a cocinar.
Si tienes una
barbacoa eléctrica lo primero de todo es comprobar que el regulador
de temperatura no está conectado antes de conectarla a la red
eléctrica. Conecta tu barbacoa sólo a tomas eléctricas protegidas
y seguras. Precalienta la barbacoa encendiéndola a temperatura
fuerte. Cuando alcance la temperatura (debe tener un testigo
luminoso que te avise apagándose), debes regularla con los mandos
para alcanzar el ajuste deseado y ya puedes empezar a cocinar.
Un truco es engrasar
con un papel humedecido en acetite la parrilla de la barbacoa antes
de cocinar (no debes usar aceite de oliva pues dejará mal sabor),
así los alimentos no se pegaran tanto a la parrilla y su limpieza
será más fácil.
- Mantenimiento
El mantenimiento de
una barbacoa es algo muy sencillo y verás como con un pequeño
esfuerzo puedes disfrutar de tu barbacoa por muchos años. Los
materiales que debes usar son un cepillo con cerdas de metal (de
acero inoxidable o latón), guantes, jabón neutro, un trapo y
limpiador de barbacoas. Usa guantes pues es un trabajo que puede
dañar tus manos.
Tengas el tipo de
barbacoa que tengas debes limpiarla por completo al menos una vez al
año.
Si tienes una
barbacoa que funcione con madera o carbón debes limpiar la parrilla
cuando esté aún caliente, limpiando bien todos los restos con el
cepillo de metal. Para limpiar las cenizas debes esperar a que estén
frías mojándolas levemente para que no se vuelen al hacerlo. Ahora
puedes limpiar con el limpiador de barbacoa el interior y el exterior
de aparato. También puedes usar un poco de agua caliente y jabón.
Deja las ventilaciones cerradas hasta el próximo uso.
Si tu barbacoa
funciona a gas enciende los quemadores al máximo y cuando deje de
salir humo debes limpiar de la parrilla todos los restos con el
cepillo de metal. Cuando esté apagada y tibia puedes limpiar el
resto del aparato con agua caliente y jabón o con limpiabarbacoas.
En cambio, las barbacoas eléctricas se limpian cuando están frías. Cuando cocines evita que se acumule la grasa en la parrilla para que sea más fácil de limpiar. Antes de nada debes asegurarte de que la barbacoa tiene el cable de alimentación del regulador de temperatura y el regulador de la barbacoa desconectados. Limpia con papel absorbente los restos de grasa y rasca el interior con el cepillo de cerdas de metal. Lava con agua caliente y jabón hasta que no queden restos de grasa. Cuando esté seca vuelve a colocar el regulador de temperatura y el cable de alimentación en su sitio. Antes de volverla a utilizar asegúrate de que el el regulador está correctamente conectado antes de enchufar el cable de alimentación.
Si te animas ¡ven a vernos este sábado en Hedbe!
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