Septiembre no solo
es el mes de la vuelta al cole o al trabajo después de las
vacaciones. Si tomaste medidas para que este periodo tus plantas
estuvieran cuidadas tu jardín casi no habrá sufrido daños y
prepararlo para el otoño será fácil.
¡Así
que manos a la obra!
Los meses de verano
son una dura prueba para tus plantas, necesitan nuevas energías. Es
el momento de aportarles el abono orgánico que les ayude a afrontar
la nueva estación.
Septiembre es
también un mes muy adecuado para multiplicar las plantas por
división de matas —por ejemplo de agapanto y áster— o por
esquejes —lavanda, weigela, tallos jóvenes de abelia, laurel,
agracejo (Berberis)—, con la ventaja de que serán idénticas a las
que tienes.
- Árboles y arbustos
Aunque aún las
temperaturas durante el día son elevadas, por las noches comienza a
refrescar. El frío vendrá pronto y es el momento de recortar los
setos de coníferas y de otras perennifolias, además de los arbustos
topiarios; antes de que bajen las temperaturas.
Si tus arbustos
tienen bayas ten cuidado de no dañarlas y espera a recortarlos a que
termine la fructificación.
Los arándanos, las
fresas silvestres, las frambuesas y las últimas moras deben ser
recogidos a mano. Hazlo de forma selectiva según la madurez del
fruto, el color y el tamaño. Haz lo mismo con los higos. Ten mucho
cuidado con las frambuesas, ¡son extremadamente delicadas!. Para
recolectar uvas usa las tijeras de podar para cortar los sarmientos
de forma limpia, haz lo mismo con las grosellas.
Es buen momento para
que elimines las ramas más viejas y dañadas de tus árboles y
arbustos para que el viento, la lluvia o la nieve pueda tronzarlas
dañando tus plantas.
Después de un mes
sin abonar tus árboles están exhaustos, es el momento de aplicarles
mantillo, humus de lombriz o estiércol y regarlos bien.
Si tienes rosales
puedes disfrutar de una segunda floración si los riegas de forma
regular y lo alimentas con estiércol bien descompuesto. Corta las
flores ya marchitas y elimina los chupones para conseguir una
floración mejor y más abundante. Ten cuidado pues el oídio, la
roya y los pulgones siempre están al acecho.
Aparte de las
plantas de temporada es el momento de plantar los arbustos
perennifolios (madroños, laureles, olivos…) y coníferas en
contenedor, ya sea en solitario o en setos. Antes de plantarles
deberás escavar la tierra donde los colocarás al menos 15 días
antes de plantar. Ten en cuenta que los hoyos de plantación para
árboles, arbustos y trepadoras deben drenar bien para evitar la
acumulación de agua a nivel de las raíces. Para asegurarte, un
truco es verter un cubo de agua en el hoyo y observar lo que ocurre a
lo largo de las ocho horas siguientes. Si el hoyo retiene el agua,
deberás pensar en cambia el sitio donde colocar tu planta o deberás
planificar una vía de drenaje hacia donde filtre bien.
- Plantas con flor
Las plantas estrella
de esta temporada que empieza son los crisantemos, las ajanias, los
pensamientos... entre muchas otras plantas de flor que llenarán de
color tu jardín y las macetas de tu terraza en otoño e incluso
invierno.
Si deseas mantener
el color en tu jardín hasta que llegue el frío puedes recurrir a
algunas anuales de verano, como los coralillos, los tagetes, los
agératos o el aliso marítimo.
Antes de plantar
prepara la tierra limpiándola de malas hierbas y restos de
plantaciones anteriores, desmenuza los terrones, remuévela y
revuelve el sustrato con abono orgánico en un abonado de fondo.
- Plantas de interior
La vuelta a casa
después de vacaciones puede traerte el disgusto de encontrar tus
plantas de interior mustias o apagadas, para recuperarlas deberás
podar retirar las hojas secas o estropeadas y las flores muertas.
Sumerge unos minutos la maceta en un cubo con agua hasta que dejen de
salir burbujas. Remueve la superficie del sustrato para que se aireen
las raíces con cuidado de no dañarlas. Si la maceta es muy grande
lo mejor es que escardes el sustrato superior y renueves la parte
superior del mismo.
Si el problema no
tiene solución y necesitas renovar tus plantas es el momento de que
te plantees optar por plantas fáciles de mantener como los ficus, en
especial el Ficus benjamina y el Ficus lyrata. Necesitan mucha luz
natural y regarlos cuando notes que el sustrato ha perdido la
humedad.
Tras un mes de
descanso es el momento de volver a abonar tus plantas verdes con
fertilizante líquido disuelto en el agua de riego. Según vayan
bajando las temperaturas tus plantas necesitarán menos riego pero
siempre teniendo en cuenta las necesidades de cada planta.
- Huerto
Comienza el otoño y
con él el tiempo de la cosecha de frutos. Es el momento de cosechar
uvas, higos, nueces, frutos del bosque…, y las últimas peras y
manzanas. Pero ten en cuenta que si no tienes experiencia a la hora
de recolectar el fruto puedes dañar el árbol. La forma correcta de
hacerlo es realizarlo con con la ayuda de una tijera de podar unos 10
días antes de que maduren del todo. Recoge el fruto en con toda la
mano y corta el pedúnculo o aráncalo del árbol con un movimiento
de muñeca. Nunca dejes el “rabo” del fruto en el árbol, así
evitarás dañarlo. Escoge solo la fruta sana y colócala en cajones
de madera, que deberás dejar en un sitio oscuro y fresco.
Es tambien el tiempo
de cosechar los puerros, los apios, los pimientos y los últimos
pepinos, tomates y calabacines… Si los recolectas en los días
soleados y secos se conservarán mejor.
Si quieres cosechar
escarolas, apios, cardos y endivias menos amargos, no dejes que se
pongan verdes. Unos cinco a siete días antes de recolectarlas
deberas apórcalas, es decir, amontona tierra alrededor de las pencas
y cogollos para que no les llegue la luz del sol. Otra forma de
evitar que amarguen es taparlas con paja o con un tiesto invertido.
No sólo es tiempo
de cosecha sino que puedes comenzar a plantar de cara a una nueva
cosecha de
escarola, puerro,
rúcula, zanahoria, nabo, acelga, lechuga de invierno... o
trasplantar planteles de col, lombarda y demás hortalizas de
invierno.
Ten cuidado con el
exceso de humedad que causan las lluvias de estas fechas y actúa
preventivamente contra los hongos.
- Tu césped
Este año de
inusuales altas temperaturas han podido hacer que tu césped se haya
agostado. Para intentar recuperlo deberas segarlo con el corte bajo
para que el sol llegue hasta las raíces revitalizándolas.
Seguramente
aparecerán calvas, ya que no todas las gramíneas que forman el
césped suelen volver a brotar por igual; la resiembra es la solución
para repararlas. Lo ideal es que uses semillas de la misma especie
para conseguir una pradera uniforme.
Debes ir preparando
el césped para los meses de frío que les esperan. Para ello
deberás darle abono potásico este més y esperar al siguiente para
prepararlo para el el estrés del frío. Ya no es necesaria tanta
siega deberás espaciarla a dos o tres veces al mes; y tendrás que
regarlo menos, una dos veces por semana.
Con el aumento de
las precipitaciones se corre el peligro de la aparición de musgo,
evítalo con un tratamiento antimusgo.
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