No puedes llevarte
tus plantas de vacaciones, pero mientras no estás ¿cómo asegurarte
de que estén correctamente cuidadas?
La técnica más
tradicional es que un familiar, amigo o vecino se encargue de
cuidarlas y regarlas mientras estés fuera. Pero esto no siempre es
posible y puede que la persona encargada no sepa o pueda hacerlo
adecuadamente. La mejor idea es recurrir a una serie de técnicas
para asegurarte que en tu ausencia tus plantas reciben un riego
suficiente.
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Si tienes un jardín o una terraza exterior, lo tuyo son los sistemas de riego automático. Al funcionar de manera autónoma puedes disfrutar de tus vacaciones con la seguridad de que tu jardín estará bien cuidado.
Para tus plantas de
interior puedes tomar una serie de medidas que les permitirán pasar
el verano sin riesgos.
Lo primero que debes
hacer es colocar las plantas juntas en una zona soleada, pero sin que
el sol las bañe directamente. Al estar juntas, mantendrán mejor la
humedad. La mejor zona es el baño o la cocina, ya que los azulejos
crean ambientes más frescos.
Puedes elegir varios
sistemas, desde los más caseros y sencillos hasta sistemas
automáticos más complejos para los que quieran el mejor de los
cuidados para sus plantas.
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Conos de arcilla
Es un método “de
toda la vida”, adaptación del sistema de la botella invertida pero
usando unos conos de arcilla porosa con un adaptador universal de
rosca, que permite acoplarlos a cualquier botella de plástico (de
0,3 a 5 litros). El suministro de agua por microgoteo se regula
manualmente y solo hay que clavar los conos en la tierra.
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Una manta capilar
Otra técnica muy
antigua es usar la fregadera, un cubo o incluso la bañera para
colocar tus plantas sobre una manta que húmeda. Tienes que llenar la
bañera o el fregadero con agua y asegurarte de que el tapón cierra
perfectamente; a continuación, introducir un extremo de la manta en
ellos y extender el resto en la superficie donde colocarás las
plantas (mientras más juntas, mejor), que absorberán el agua por
capilaridad. Para no estropear la encimera o el poyete de la bañera,
protégelos con un plástico grueso mayor que la manta.
http://www.verdeesvida.es |
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Riego a mecha
Es un método casero
muy básico pero eficaz, que funciona por capilaridad. Consiste en
llevar un cordón de algodón desde un recipiente lleno de agua hasta
el tiesto. Se puede hacer de dos maneras: colocando el tiesto sobre
un recipiente con agua con la tapa perforada, por la que sale una
mecha que se introduce por el agujero de drenaje; o simplemente
poniendo un recipiente con agua al lado de cada maceta, del que salga
una mecha que llegue a la tierra donde está la planta.
Fuente: http://www.productosflower.com |
- Gel de riego
No solo permite
regar las plantas, sino que además ayudará a tus plantas jóvenes o
recién trasplantadas a arraigar.
Estos vasitos, que
puedes encontrar en tu Centro de Jardinería, están compuesto por un
97,85% de agua, un 2% de celulosa y un 0,15% de alumbre. Son
biodegradables e inocuos para tus plantas. Liberan el agua
progresivamente, de modo que la planta está siempre húmeda.
Dependiendo de marcas durarán más o menos o pueden incluir en su
composición abono. Consulta en tu Centro de Jardinería el que más
se adapte a tus necesidades.
No dejes que les dé
el sol directo o se evaporaran demasiado rápido para que tus plantas
puedan aprovecharlos.
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Macetas con autorriego.
Son jardineras y
tiestos con el sistema de riego incorporado en la base en forma de
depósito de agua. Su funcionamiento no puede ser más sencillo.
Una vez llenado el depósito de agua, la planta se autoabaste por
capilaridad. Existen multitud de formatos, diseños y tamaños para
elegir el que mejor se adapta a tu decoración.
Fuente: http://www.verdeesvida.es |
- Sistema automático con depósito de agua
Estos sistemas
funciona con pilas o conectado a la red eléctrica, y puede servir
para regar una sola maceta o varias, a las que suministra agua por
goteo a intervalos predeterminados, como los riegos automáticos de
jardín. La diferencia es que no funciona acoplado a un grifo sino a
un depósito de agua (los hay de varias capacidades dependiendo de
tus necesidades), del que salen canalizaciones de plástico que se
dirigen a las distintas macetas. La cantidad de agua necesaria se
regula con una válvula.
La diferencia con un sistema de riego automático es que es un sistema para uso puntual. Si necesitas un sistema más definitivo, deberás instalar un sistema de riego automático.
- Riegos automáticos.
Sólo deberás
cuidar de que el sistema esté bien enchufado, tenga pilas
suficientes y si usas depósito de agua, que esté lleno.
Temporizador para riego automático a la venta en http://www.tiendadeljardin.com/es/ |
No creas que son
sistemas aparatosos o difíciles de instalar. Hoy en día los
sistemas de riego están preparados para ser fáciles de instalar.
Se disimulan fácilmente y el controlador apenas ocupa espacio.
Un sistema de riego
automático consiste básicamente en un programador, unas
electroválvulas (una por cada zona de riego) que abren y cierran el
paso del agua en las diferentes áreas del jardín, y una red de
tuberías de PVC o polietileno que conducen el agua hasta los goteros
al pie de las plantas, si es riego por goteo, o aspersores o
difusores, si es por aspersión.
El riego automático
puede funcionar conectado a tu red eléctrica o con pilas. El agua
puede provenir desde la red general de tu hogar o desde un depósito
de agua.
Kit de riego a la venta en http://www.tiendadeljardin.com/es/ |
Antes de instalar tu
sistema de riego, piensa en las plantas a regar, por donde irán las
canalizaciones y el sistema que mejor te conviene. En Hedbe, somos
expertos en riego, consúltanos y te asesoraremos sobre que sistema
se adapta mejor a tus necesidades.
Lo primero debes
dibujar tu jardín a escala en papel, señalando la acometida de
agua, por donde deben discurrir las canalizaciones, las distintas
zonas a regar y el sistema de riego.
Ten en cuenta que no
debes mezclar en una misma zona riego por aspersión y goteo, ya que
el caudal, la presión del agua y tiempo de riego son distintos.
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