Compostadora

En el post anterior hablamos de como ayudar a tus plantas frente a la nueva estación con compost natural. El compost es un abono natural muy completo que nutre, airea y mejora la estructura del suelo. Fabricar tu propio compost es algo fácil, económico y ecológico, ya que estarás reciclando los desechos tanto de tu jardín como de tu hogar.

Tradicionalmente el compost se ha fabricado construyendo grandes pilas de desechos para que la presión ayudara a la descomposición de los desechos. Pero esta es una técnica que requiere mucho espacio y produce fuertes olores. Además la descomposición en pilas lleva mucho tiempo.

Si quieres fabricar tu propio compost la mejor elección es una compostadora.

• Las compostadoras son más rápidas. Según los materiales que utilices tardarás entre cuatro y seis meses.
• Ocupan poco espacio. En el mercado puedes encontrar compostadoras que se adaptan a tus necesidades. Sólo necesitarás un metro cuadrado de superficie
• Evitarás malos olores. Las compostadoras son contenedores cerrados, en los que la temperatura y la humedad son constantes todo el año para favorecer la fermentación de la materia orgánica.
• Son muy fáciles de usar. Una compostadora es básicamente un contenedor (400-600 litros de capacidad) de plástico reciclable donde se almacenan los desechos que quieras convertir en humus. En ellas el compost está resguardado de las inclemencias del tiempo, no se reseca ni se humedece en exceso, y no exige ninguna atención especial; con que más o menos una vez a la semana remuevas la mezcla es suficiente.

Qué más necesitas

Además de la compostadora es recomendable que también tengas:

• Un aireador vendrá bien para remover de vez en cuando la mezcla. Por ejemplo una horquilla.
• Una biotrituradora para trocear los residuos más grandes y duros, como los restos de poda.
• Una criba. Te permitirá conseguir un compost más fino y separar los materiales más gruesos como los trozos de ramas o de piñas.

En tu centro de jardinería encontrarás todo lo necesario.

¿Cómo funciona?

- Ubicación

La ubicación es clave para el correcto funcionamiento de la compostadora.

Debe estar en un sitio llano, protegido del viento y siempre en contacto directo con la tierra porque es necesario que los microorganismos alcancen los residuos depositados en el interior y se drene correctamente el agua sobrante.

Debe ser una zona de semisombra para que no se reseque demasiado y así no tengas que regarlo tan a menudo.

- ¿Qué desechos usar?

El compost se produce a partir de desechos orgánicos, como restos de poda, hojas, césped…. Para conseguir un compost equilibrado y de calidad tienes que utilizar tanto restos húmedos (césped recién cortado, hojas verdes, restos de plantas, residuos de la cocina...), como secos (hojas secas, serrín de madera natural, ramas de árboles trituradas, piñas...).

La mejor mezcla es ¾ de restos húmedos por ¼ de restos secos.

Si los desechos están troceados en fragmentos de pequeño tamaño el proceso será más rápido, por eso te recomendamos el uso de una biotrituradora.

- Mantenimiento

Para que el proceso sea rápido e uniforme deberás mezclar todos los materiales. Debes colocarlos en capas, alternando los residuos húmedos y los secos, y removerlos con un aireador al menos una vez a la semana para facilita la tarea a los microorganismos que descomponen la materia orgánica.

Si el ambiente está muy seco, como por ejemplo en verano deberás humedecer la mezcla.

Para que los fríos del invierno no detengan el proceso (necesita al menos 40ºC dentro de la compostadora) en nuestro Centro de Jardinería encontrarás aceleradores naturales que aumentarán la descomposición y por lo tanto la temperatura.

- Cómo saber cuando ya tienes el compost “maduro”

El tiempo que tarda en madurar el compost depende de la materia orgánica que utilices. Hay materia orgánica que se deshace en unos días y otras tardan meses. La duración media del proceso es entre cuatro y seis meses.

La forma de saber cuando está tu compost maduro es coger un puñado con las manos y comprobar que desprende un olor agradable a fertilidad, su color es negro o marrón oscuro, y mancha poco las manos porque no está húmedo. El compost maduro esta frío y no rezuma agua al apretarlo. Si ves que está excesivamente mojado, añade material seco y espera unos días más.

Es muy importante que te asegures de que haya finalizado la actividad microbiana en su interior o cuando lo apliques a tus plantas las quemarás.  

Fuente: verdeesvida