Con el ascenso de
las temperaturas propio de esta época toda la naturaleza se
reactiva, incluidas las plagas. Debes conocerlas para prevenir su
aparición y estar alerta son los mejores remedios, antes de que
produzcan daños en las plantas, muchas veces irreparables. Para
ello, nada mejor que conocer al enemigo y los síntomas que produce.
Aquí retratamos las cinco plagas más corrientes.
1. Pulgones
Fuente: By Bruce Marlin [CC BY-SA 2.5], via Wikimedia Commons |
Es la plaga más
frecuente y tiene predilección por tus rosales, hiedras hibiscos....
Es un insecto de color negro o verde, muy pequeño que se asientan
en los troncos y hojas de las plantas, especialmente en los brotes
tiernos y los capullos de las flores. Suele detectarse porque la
planta atacada tiene sus hojas enrolladas y pegajosas, muchas
amarillean. Hay que tener cuidado pues también pueden contagiar virus mortales a tus plantas.
Para prevenir su
aparición debes evitar la sequedad ambiental y el exceso de abono.
Para combatirlos
debes eliminar las zonas muy afectadas. Si la plaga es pequeña
puedes eliminarlos con ayuda de unas pinzas y limpiar la planta con
un cepillo.
Su enemigo natural
son las mariquitas, favorece que vivan en tu jardín y ellas te
ayudarán con el problema.
Si la plaga está
muy extendida o no puedes esperar a que las mariquitas terminen con
tu problema, puedes utilizar un insecticida sistémico cada 15 días
o pulverizar con agua jabonosa (una cucharada de jabón líquido por
litro de agua).
2. Cochinilla
Fuente: Por donmatas (fown work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) undefined CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)] |
Estos insectos se
caracterizan por tener un escudo protector ceroso de color marrón, o
algodonoso blanco o estriado. Son insectos chupadores que sangran a
tus plantas.
Suelen detectarse
fácilmente porque segregan una especie de melaza que vuelve
pegajosas las hojas, que pierden color, amarillean y se deforman.
Además esta “melaza” fomenta la aparición del hongo negrilla.
Son muy voraces y no
tienen escrúpulos en atacar a todo tipo de plantas ornamentales y
árboles frutales, especialmente los cítricos y olivos.
Vigilar los tallos y
el envés de las hojas, no sólo de tus plantas, sino cuando compres
un ejemplar nuevo. Es una de las plagas que comunmente se desarrolla
en las plantas vendidas en bazares o comercios atendidos por gente no
expecializada.
Para prevenir su
aparición puedes pulverizar tus plantas con agua jabonosa.
Para combatirla
debes limpiar las partes afectadas con un algodón mojado en alcohol
metílico Si la infestación es masiva, lo mejor es cortar por lo
sano. Llevar las plantas afectadas a un sitio más fresco y con más
luz. Aplica un insecticida específico y repete el tratamiento de dos
a tres veces cada 15 días.
3. Araña Roja
(Tetranycchus urticae)
Fuente: Por I.Sáček, senior (Trabajo propio) [CC0], undefined |
Es el ácaro que más
ataca en forma de plaga a las plantas, aunque sienten predilección
por las alocasias, los rosales, los cítricos…
Suele detectarla
cuando las hojas de tus plantas se llenan de motas amarillas o pardas
y palidecen; después se abarquillan, se secan y caen. A veces verás
telarañas, aunque las arañas son demasiado pequeñas para que las
aprecies a simple vista.
Para prevenir su
aparición debes evitar la sequedad ambiental cuando la temperatura
es alta, pulverizando con agua.
Para combatirla
debes rociar el envés de las hojas de la planta atacada. Debes
aplicar un segundo tratamiento dos semanas después.
4. Mariposa del
geranio. (Cacyreus marshalli)
Fuente: By M.violante 14:19, 5 de junio de 2006 (UTC) (Propio trabajo) [GFDLCC-BY-SA-3.0], via Wikimedia Commons |
Es también conocida
como mariposa africana, polilla africana o barrenador de los
geranios. Ataca a todo tipo de especies del género Pelargonium,
pero especialmente a los Pelargonium zonale y Pelargonium peltatum.
La hembra pone los huevos dentro de los tallos y allí se desarrollan
pasando de larvas a orugas verdes y pilosas, antes de convertirse en
mariposa de alas pardas.
Los tallos de tus
geranios se vuelven negruzcos y blandos y presentan perforaciones.
Puede que observes algunas hojas mordidas. La planta no crece ni
florece, languidece y se marchita.
En cuanto se
detectes los síntomas debes iniciar un tratamiento con un
insecticida sistémico y repetirlo cada 15 días durante varios
meses. Corta los tallos dañados y destruye las plantas muy
afectadas. Esta mariposa no afecta las raíces así que los
ejemplares bien asentados rebrotarán sanos tras una poda drástica.
5. Caracoles y
babosas (limacos)
Fuente: Por Diógenes el Filósofo (Trabajo propio) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], |
Las babosas (la
Arion rufus es la más común) son moluscos gasterópodos sin concha,
lo que las diferencia de los caracoles (Helix).
Son aténticas
máquinas de devorar las partes aéreas de tus plantas, especialmente
las hojas y los brotes, dejando tras de si un característico rastro
de mucosa. Destrozan sobre todo los bulbos, las hortensias y ¡tu
huerto!
Para combatirlos
debes inspeccionar tu jardín o huerto los días que ha llovido o
haya humedad. A la puesta de sol es cundo saldrán al exterior y
podrás destruirlos manualmente. . También se puede colocar trampas,
por ejemplo recipientes con cerveza, cerca de las plantas, o
espolvorearlos con sal, que los mata.
Fuente: Por Irisfz (Trabajo propio) [CC BY 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0)] |
Favorece la
presencia de pájaros en tu jardín, para ellos una babosa o un
caracol es una delicatessen Otra técnica es colocar falsos refugios
como tejas sueltas o viejas macetas vueltas en rincones húmedos que
darás la vuelta a primera hora de la mañana exponiendo a los
pájaros a los caracoles y babosas que se hayan escondido allí por
la noche.
Si aún así no
puedes con ellos, debes proteger la base de los tallos con láminas
de cobre o cebos granulados en la tierra. Existen insecticidas
específicos para eliminar este problema ya preparados para no
suponer un peligro si tienes niños o mascotas. Pregunta en tu
Centro de Jardinería.
Prevenir mejor que
curar
Si no quieres depender tanto del uso de pesticidas en tu jardín siempre puedes aplicar esta serie de 5 principios.
1. Cultiva plantas
autóctonas de la zona donde vivas. Estas especies son más
resistentes a las plagas y enfermedades que las compradas que suelen
ser “naturales” de zonas tropicales
2. Rodéate de
plantas que repelen las plagas de forma natural, especialmente las
aromáticas o de fuerte olor, como el romero, salvia, tomillo,
lavanda, artemisia, digitalis, tagetes, caléndulas…
3. Vigilar las
plantas, incluso el sustrato, para detectar la aparición de las
plagas apenas produzcan los primeros síntomas.
4. Eliminar las
malas hierbas que sirven de cobijo a muchas plagas, pero favorece la
aparición de especies depredadoras en tu jardín (mariquitas, avispas, pájaros, murciélagos, musarañas, lagartos sapos, erizos...) que funcionaran como control de plagas natural. Es la llamada lucha biológica.
5. La guerra contra
las plagas dura todo el año. Las plagas se reactivan en primavera y
se mantienen activas hasta que llega el frío, cuando reducen su
actividad, pero no desaparecen. Los tratamientos deben efectuarse
también en invierno, así evitaremos que el problema se extienda
demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario