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miércoles, 4 de mayo de 2016

¡Esto es la guerra! Conoce a tu enemigo.

Con el ascenso de las temperaturas propio de esta época toda la naturaleza se reactiva, incluidas las plagas. Debes conocerlas para prevenir su aparición y estar alerta son los mejores remedios, antes de que produzcan daños en las plantas, muchas veces irreparables. Para ello, nada mejor que conocer al enemigo y los síntomas que produce. Aquí retratamos las cinco plagas más corrientes.


1. Pulgones
Fuente: By Bruce Marlin [CC BY-SA 2.5],
via Wikimedia Commons

Es la plaga más frecuente y tiene predilección por tus rosales, hiedras hibiscos.... Es un insecto de color negro o verde, muy pequeño que se asientan en los troncos y hojas de las plantas, especialmente en los brotes tiernos y los capullos de las flores. Suele detectarse porque la planta atacada tiene sus hojas enrolladas y pegajosas, muchas amarillean.  Hay que tener cuidado pues también pueden contagiar virus mortales a tus plantas.
Para prevenir su aparición debes evitar la sequedad ambiental y el exceso de abono.
Para combatirlos debes eliminar las zonas muy afectadas. Si la plaga es pequeña puedes eliminarlos con ayuda de unas pinzas y limpiar la planta con un cepillo.
Su enemigo natural son las mariquitas, favorece que vivan en tu jardín y ellas te ayudarán con el problema.
Si la plaga está muy extendida o no puedes esperar a que las mariquitas terminen con tu problema, puedes utilizar un insecticida sistémico cada 15 días o pulverizar con agua jabonosa (una cucharada de jabón líquido por litro de agua).





2. Cochinilla
Fuente: Por donmatas (fown work)
 [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html)
 undefined CC-BY-SA-3.0
 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)]

Estos insectos se caracterizan por tener un escudo protector ceroso de color marrón, o algodonoso blanco o estriado. Son insectos chupadores que sangran a tus plantas.
Suelen detectarse fácilmente porque segregan una especie de melaza que vuelve pegajosas las hojas, que pierden color, amarillean y se deforman. Además esta “melaza” fomenta la aparición del hongo negrilla.
Son muy voraces y no tienen escrúpulos en atacar a todo tipo de plantas ornamentales y árboles frutales, especialmente los cítricos y olivos.
Vigilar los tallos y el envés de las hojas, no sólo de tus plantas, sino cuando compres un ejemplar nuevo. Es una de las plagas que comunmente se desarrolla en las plantas vendidas en bazares o comercios atendidos por gente no expecializada.
Para prevenir su aparición puedes pulverizar tus plantas con agua jabonosa.
Para combatirla debes limpiar las partes afectadas con un algodón mojado en alcohol metílico Si la infestación es masiva, lo mejor es cortar por lo sano. Llevar las plantas afectadas a un sitio más fresco y con más luz. Aplica un insecticida específico y repete el tratamiento de dos a tres veces cada 15 días.




3. Araña Roja (Tetranycchus urticae)
Fuente: Por I.Sáček, senior (Trabajo propio) [CC0], undefined

Es el ácaro que más ataca en forma de plaga a las plantas, aunque sienten predilección por las alocasias, los rosales, los cítricos…
Suele detectarla cuando las hojas de tus plantas se llenan de motas amarillas o pardas y palidecen; después se abarquillan, se secan y caen. A veces verás telarañas, aunque las arañas son demasiado pequeñas para que las aprecies a simple vista.
Para prevenir su aparición debes evitar la sequedad ambiental cuando la temperatura es alta, pulverizando con agua.
Para combatirla debes rociar el envés de las hojas de la planta atacada. Debes aplicar un segundo tratamiento dos semanas después.








4. Mariposa del geranio. (Cacyreus marshalli)
Fuente: By M.violante 14:19, 5 de junio de 2006
 (UTC) (Propio trabajo) [GFDLCC-BY-SA-3.0],
via Wikimedia Commons

Es también conocida como mariposa africana, polilla africana o barrenador de los geranios. Ataca a todo tipo de especies del género Pelargonium, pero especialmente a los Pelargonium zonale y Pelargonium peltatum. La hembra pone los huevos dentro de los tallos y allí se desarrollan pasando de larvas a orugas verdes y pilosas, antes de convertirse en mariposa de alas pardas.
Los tallos de tus geranios se vuelven negruzcos y blandos y presentan perforaciones. Puede que observes algunas hojas mordidas. La planta no crece ni florece, languidece y se marchita.
En cuanto se detectes los síntomas debes iniciar un tratamiento con un insecticida sistémico y repetirlo cada 15 días durante varios meses. Corta los tallos dañados y destruye las plantas muy afectadas. Esta mariposa no afecta las raíces así que los ejemplares bien asentados rebrotarán sanos tras una poda drástica.









5. Caracoles y babosas (limacos)
Fuente: Por Diógenes el Filósofo (Trabajo propio)
[CC BY-SA 3.0
 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], 

Las babosas (la Arion rufus es la más común) son moluscos gasterópodos sin concha, lo que las diferencia de los caracoles (Helix).
Son aténticas máquinas de devorar las partes aéreas de tus plantas, especialmente las hojas y los brotes, dejando tras de si un característico rastro de mucosa. Destrozan sobre todo los bulbos, las hortensias y ¡tu huerto!
Para combatirlos debes inspeccionar tu jardín o huerto los días que ha llovido o haya humedad. A la puesta de sol es cundo saldrán al exterior y podrás destruirlos manualmente. . También se puede colocar trampas, por ejemplo recipientes con cerveza, cerca de las plantas, o espolvorearlos con sal, que los mata.
Fuente: Por Irisfz (Trabajo propio)
[CC BY 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0)]
Favorece la presencia de pájaros en tu jardín, para ellos una babosa o un caracol es una delicatessen Otra técnica es colocar falsos refugios como tejas sueltas o viejas macetas vueltas en rincones húmedos que darás la vuelta a primera hora de la mañana exponiendo a los pájaros a los caracoles y babosas que se hayan escondido allí por la noche.
Si aún así no puedes con ellos, debes proteger la base de los tallos con láminas de cobre o cebos granulados en la tierra. Existen insecticidas específicos para eliminar este problema ya preparados para no suponer un peligro si tienes niños o mascotas. Pregunta en tu Centro de Jardinería.




Prevenir mejor que curar

Si no quieres depender tanto del uso de pesticidas en tu jardín siempre puedes aplicar esta serie de 5 principios.

1. Cultiva plantas autóctonas de la zona donde vivas. Estas especies son más resistentes a las plagas y enfermedades que las compradas que suelen ser “naturales” de zonas tropicales

2. Rodéate de plantas que repelen las plagas de forma natural, especialmente las aromáticas o de fuerte olor, como el romero, salvia, tomillo, lavanda, artemisia, digitalis, tagetes, caléndulas…

3. Vigilar las plantas, incluso el sustrato, para detectar la aparición de las plagas apenas produzcan los primeros síntomas.

4. Eliminar las malas hierbas que sirven de cobijo a muchas plagas, pero favorece la aparición de especies depredadoras en tu jardín (mariquitas, avispas, pájaros, murciélagos, musarañas, lagartos sapos, erizos...) que funcionaran como control de plagas natural.  Es la llamada lucha biológica.

5. La guerra contra las plagas dura todo el año. Las plagas se reactivan en primavera y se mantienen activas hasta que llega el frío, cuando reducen su actividad, pero no desaparecen. Los tratamientos deben efectuarse también en invierno, así evitaremos que el problema se extienda demasiado.





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