enlace a la tienda del jardin

viernes, 8 de abril de 2016

Perros en tu jardín ¡Sin problemas!


Fuente: http://todofondos.com
El comportamiento de un perro depende mucho de su raza, edad y educación. Si tu perro es muy activo, con mucho instinto cazador y sobre todo excavador, dejarlo suelto tu jardín puede ser una mala idea. La mejor manera de conseguir que nuestro peludo amigo pueda disfrutar del jardín pero sin destrozarlo es saber educarlo y adaptar el diseño del mismo. Así conseguiremos que todos los miembros de la familia disfruten del jardín. Te dejamos unos pequeños consejos para conseguirlo:

  • Educa a tu perro desde cachorro.
Tu objetivo, es que tu perro aprenda a disfrutar del jardín, pero que sepa respetar las zonas que le señales como prohibidas. Es más fácil si comienzas a educarle desde cachorro. Por ejemplo, no conviene que te vea excavando en el jardín; pues te imitará al creer que es un juego y creerá que es algo divertido que esta autorizado. Total ¡tú lo haces!
Debes enseñarle a mantenerse alejado de los parterres y jardineras con plantas delicadas. Enséñale esta norma cerrándole el paso y diciéndole “no” con fuerza mientras trabajas en ellas. También es puedes enseñarle a no mordisquear las hojas o los tallos untándolos con alguna sustancia amarga. Consulta en tu centro de jardinería o en tu veterinario sobre las sustancias a usar.
Cansale, préstale atención y no permitas que se aburra, así respetará más el jardín. Muchas veces los comportamientos nerviosos o agresivos están producidos por falta de ejercicio, de atención, o a un exceso de aburrimiento.

  • Adapta el diseño de tu jardín a las necesidades de tu perro.
Si compartimentas el espacio de tu jardín con jardineras o parterres vallados o elevados, creando un un circuito de caminos para pasar entre ellos, ayudará a canalizar la energía de tu perro y a reducir sus ganas de excavar.
Muchas veces cuando tu perro irrumpe en una zona cultivada y termina por arruinar las plantas; lo hace persiguiendo algún animal intruso o un juguete que ha acabado oculto entre las plantas.
Si no puedes vallarlo todo, delimita la zona que dejes “libre” con rocas puntiagudas o varas clavadas entre las plantas. Así tu perro no se sentirá cómodo en ese lugar y lo evitará. Sujeta muy bien estos elementos para evitar que tu perro pueda ingerirlos por error. Algunos perros ingieren todo lo que les cabe en la boca si no está sujeto.
• Adaptate a sus gustos.
A veces los propios animales marcan sus senderos preferidos a través del jardín. Adaptate a sus gusto y paviméntalos. Puedes hacerlo con con gravilla de canto rodado, madera, piedra, ladrillo, tierra mezclada con arena… Elige materiales que además de encajar con el diseñó de tu jardín no dañen sus patas.

  • Los límites del jardín.
Cuenta con que tu perro va a marcar el jardín como propio, sobre todo el perímetro alrededor del muro o alambrado exterior. Puedes intentar acostumbrarle a no hacerlo, pero es muy difícil, en zonas abiertas. Los límites de tu jardín, es una zona que les suele llamar mucho la atención, todo lo que sucede al otro lado es importante. Evita colocar plantas delicadas en estas zonas y si le ves haciéndolo, puedes neutralizar el orín regando en abundancia lo antes posible.

  • Creale una zona especial para él.
Puedes acotar con vallas una zona específica para él si dispones del espacio necesario. Incluye en ellas sus juguetes favoritos, decora con elementos dinámicos como plataformas o pasarelas y una piscina de arena para excavar. No te olvides de dejar una zona de sombra para reposo. Será un perro muy muy feliz.

  • Créale una zona de descanso.
Es conveniente reservarle una zona sombreada como refugio para que descanse. Así no se buscará otros escondites donde hacerlo, seguramente encima de tus flores favoritas tan delicadas. Sirve cualquier rincón improvisado, lo más importante es que se sienta o más cómodo posible. La mejor opción es una caseta de perro. Coloca cerca un recipiente con agua abundante, algo de comida y algún objeto al que le tenga mucho apego.

  • Delimita una zona de aseo fija.
Intenta acostumbrarlo pronto a hacer sus necesidades en una zona fija, con su correspondiente bandeja sanitaria, siempre limpia, como si estuviera dentro de casa. Así no dejará sorpresas entre las plantas o zonas decoloradas en el césped. No siempre es fácil, porque el animal se siente libre en un jardín abierto y tiende a marcar territorio orinando.

  • Cuidado con las plantas tóxicas.
Hay varias especies de plantas que son peligrosas o letales para tu perro a la vez que bellas. Ten mucho cuidado y evita tener en tu jardín cualquier planta que resulte tóxica por contacto con la piel o porque tu perro pueda mordisquearla o ingerir sus tallos, hojas, flores o frutos. Sobre todo los cachorros, pero al fin y al cabo todos los perros, pueden morder los tallos o frutos para explorar o porque sienten sed. Evita que esto pueda acabar en un disgusto o algo peor.
La lista de especies inadecuadas es muy larga, desde frutas en apariencia inofensivas (peras, manzanas y sobre todo uvas) a hortalizas (patatas, ajos, tomates o brócoli), además de muchísimas plantas de flor: adelfas, amarilis, higuerillas, dedaleras, loterías, trompeteros, lirios, tulipanes, dalias, narcisos, gardenias, crisantemos... Consulta a un experto antes de plantar alguna especie nueva para evitar disgustos.
La web de la Asociación Norteamericana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales ofrece una exhaustiva base de datos sobre plantas y fertilizantes tóxicos. http://www.aspca.org/pet-care/animal-poison-control  Está en inglés pero es la fuente más completa sobre el tema.


No hay comentarios:

Publicar un comentario