Aunque ya en febrero
pudimos disfrutar de las preciosas floraciones de los almendros, la
primavera llegó oficialmente el día 21 del pasado mes. En abril,
tu huerto se llena de brotes de manzanos, ciruelos y otros frutales
que nos anuncian el renacimiento de la vida. Aunque ya te hemos dado
una serie de ideas en el post anterior, es el momento de que prepares
tu huerto para la próxima etapa y también debes tener en cuenta:
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Cuidado con las malas hierbas en los pasillos de las parcelas.
Es el momento de
arreglar los pasillos entre las parcelas. En esta época las malas
hierbas rebrotan con fuerza y pueden obstruir los pasillos,
obligándote a pisar la tierra cultivable, lo cual la compacta
dificultando su aireación. Una buena idea para que esta pesada
labor no nos quite tiempo es recurrir al uso de goretex para cubrir
estos pasillos, así privadas de luz, las malas hierbas lo tendrán
más difícil para reproducirse. Si quieres dar a tu huerto un toque
ecológico y mejorar su estética cubre estos pasillos con traviesas
o mejor, con madera tecnológica. Esta madera se obtiene
esencialmente a partir de productos reciclados de madera: virutas o
serrines. Estos se mezclan con una resina polimérica en una
proporción de 75% de madera. Esta madera puede tener infinidad de
formas, texturas y colores lo que hace que dispongamos de una gran
variedad de productos totalmente reciclables. Además es maciza, no
se pudre, duradera, segura, práctica, estética y sostenible.
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Cuidado con las babosas y caracoles
La primavera es la
época dorada de estos grandes devoradores de hojas. Si no tomas
medidas corren peligro no sólo tus lechugas y escarolas sino todas
las plantas de tu huerto que estén a su alcance. Estos voraces
animales sobreviven a condiciones extremas de calor y/o sequedad.
Como son de hábitos nocturnos puede que no aprecies la magnitud de
la plaga hasta que sea tarde. Toma medidas utilizando productos
específicos, pero cuidando que supongan un peligro para tus niños o
mascotas. Consulta en tu centro de jardinería como usarlo con
seguridad.
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Plantar, plantar y plantar.
Durante este mes ya
se pueden plantar directamente en la tierra una buena variedad de
verduras y hortalizas, como las acelgas, el apionabo, los pepinos, la
remolacha, las coles de verano… No todas las plantas se pueden
plantar de esta manera, hay muchas que son sensibles al frío
(cebolla tierna, brócoli, lechuga...) y su plantación directa en la
tierra es arriesgada, pues aún no podemos descartar el riesgo de
heladas. Una solución consiste en protegerlas con mantas térmicas,
invernaderos de semitúnel o semilleros.
Un semillero, es un
espacio o un recipiente destinado a sembrar las semillas de las
plantas (que no las plantas) manteniendo unas condiciones de humedad,
luz y calor para que así las semillas broten más fácilmente, echen
raíces y crezcan hasta que llegue el momento de trasplantarla a la
parcela de tierra correspondiente. Siempre puedes recurrir a
viveros, coperativas agrícolas o tiendas especializadas donde venden
las plantas ya listas para plantar, pero tener tu propio semillero te
da muchas ventajas y satisfacciones. En tu propio semillero, eres tú
el que selecciona las especies y plántulas que quieres que se
desarrollen y eliminas las que no te parecen adecuadas. Eres tú el
que controla todo el proceso.
Hay infinidad de
tamaños y modelos, increíblemente sofisticados y muy sencillos. Lo
importante es que tus semillas gocen de humedad constante, de una
temperatura suficiente y una tierra esponjosa y abonada.
Para los huertos más
pequeños ahora venden packs que incluyen todo lo necesario para que
tengas tu semillero incluso en tu propia casa. Incluyen las semillas,
la tierra abonada y la tapa que protegerá las plántulas. Suelen
incluir instrucciones para cuidar tu plántulas adecuadamente. Con
estos semilleros la única dificultad es que la tapa no tiene
bisagra, así que al no estar sujeta , debemos tener cuidado para que
no se la lleve el viento. Asimismo, es imprescindible que levantes
ligeramente la tapa en las horas de sol para que se ventile y no se
abrasen las delicadas plántulas. Si todo va bien en 15-30 días,
según especies, tus plántulas alcanzarán los cinco o seis
centímetros y será el momento de trasplantarlas a la parcela. El
mejor momento para hacerlo es cuando hayan pasado las horas de sol y
calor, para que no se deshidraten y tengan toda la noche para
adaptarse a su nueva ubicación.
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No te olvides de abonar.
Desde principios de
año has removido la tierra de tu huerto y la has abonado. En la
nueva temporada deberás seguir haciéndolo después de trasladar las
nuevas plantas desde el semillero. ¿Has pensado que sería buena
idea comprar una compostadora? Así podrás aprovechar los desechos
orgánicos de tu hogar y del mismo huerto en mejorar el rendimiento
del mismo.
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