![]() |
Fuente: Oficina Holandesa de Flores y M. Losseau, vía http://www.verdeesvida.es |
Se acerca el día de
la Madre y uno de los regalos estrella es una precisa orquídea, ya
que su gran belleza las convierten en el regalo ideal, pero
seguramente os habéis encontrado que una vez ha perdido sus
espectaculares flores ya no vuelve a florecer o se te marchita.
Una pena ¿verdad?
Este artículo te damos 7 trucos sencillos para poder disfrutar de
estas magníficas plantas durante muchos años.
Las especies de
orquídeas más habituales son, en su mayoría, originarias de las
zonas tropicales y subtropicales de la Tierra. Esto explica su
predilección por las temperaturas suaves y los ambientes húmedos y
ventilados, el agua sin cal y los ambientes luminosos aunque fuera
del sol directo.
También existen
variedades que precisan temperaturas bajas y sufren mucho cuando se
las mantiene en casas con calefacción. En el caso de las
phalaenopsis (la más conocida) su temperatura óptima es de 20ºC.
Al vivir en casas
con calefacción, el biorritmo de las orquídeas no sufre grandes
cambios a lo largo del año, de modo que deben recibir abono de forma
continua, estén o no en flor. La mayoría de estas orquídeas que
se comercializan son fáciles de cuidar, pero muchas veces las flores
se caen de pronto, algunas reflorecen y otras no, otras parecen
deshidratadas...
1 A las orquídeas
les gusta la luz.
Uno de los motivos
de que no te florezcan es la escasez de luz solar. Necesitan un lugar
muy luminoso, pero fuera del sol directo. La orientación ideal es la
sur, protegidas del sol del mediodía por una cortina. Colocarlas al
este o al oeste no supone un problema; pero nunca las coloques con
una orientación norte, pues recibirían poca luz.
En invierno deben
mantenerse con la luz natural adecuada.
2 Necesitan una
humedad elevada.
Hay que tener
cuidado con los ambientes secos y la calefacción de los hogares.
Para solventar la falta de humedad podemos utilizar distintas
estrategias, pulverizar las hojas con agua blanda evitando mojar las
flores ya que se marchitarían, colócalas cerca de plantas
frondosas… Si tienes un humidificador en casa en sus cercanías
será feliz.
3 El exceso de riego
es la primera causa de caída de las flores y mortalidad de las
orquídeas.
La mayoría poseen
órganos de reserva, de modo que pueden resistir sin problemas
períodos de sequía. Lo ideal es que dejes secar el sustrato entre
riego y riego.
Lo mejor es regarlas
por inmersión en un cubo con agua y abono. Déjalas unos 20-30
minutos dentro, de manera que el sustrato se empape bien. También
puedes regarlas normalmente (con abono diluido), cuidando de mojar
bien todo el sustrato, pero sin que se mojen las hojas ni el punto
central de la planta, donde surgen las hojas y tallos florales. Debes
dejar el sustrato del todo antes de volver a regar. El grado de
humedad lo puedes comprobar introduciendo un palito de brocheta en el
sustrato, si sale totalmente seco es el momento de regar.
Se pueden regar con
el agua corriente de la zona si es blanda, ya que los abonos están
formulados para acidificarla; en zonas de aguas más duras conviene
mezclarla con agua de lluvia o con agua embotellada de mineralización
débil.
El agua ha de estar
a temperatura ambiente. Lo ideal es que la dejes reposar para que se
temple, se precipiten las sales y se evapore el cloro.
Las hojas
deshidratadas y blandas no indican falta de riego sino que las raíces
están tan deterioradas que han perdido su capacidad de absorber el
agua.
4 Abre las ventanas
para que circule el aire.
Las orquídeas no
toleran ambientes cargados con lo que es fundamental mantener una
buena aireación.
5 Abónalas
regularmente.
Al vivir en casas
con calefacción, el biorritmo de las orquídeas no sufre grandes
cambios a lo largo del año, de modo que deben recibir abono de forma
continuada, estén o no en flor. Además, los sustratos en que crecen
estas plantas son muy pobres.
Les conviene un
fertilizante con más nitrógeno que potasio, o al menos equilibrado.
Ya existen abonos específicos para orquídeas que encontrarás en tu
Centro de Jardinería.
El abono debe
aplicarse cada vez que se riega, disuelto en el agua del cubo donde
se sumerge el tiesto. Conviene administrar la mitad de la dosis
indicada. El fertilizante no solo aporta nutrientes sino que también
acidifica el agua.
6 Elige macetas
estrechas, profundas y trasparentes.
Da igual en que
maceta la compraste o te la regalaron, si no reúne las
características necesarias deberías transplantarla. Las raíces de
las orquídeas tienen clorofila y por lo tanto realizan la
fotosíntesis a través de ellas. Por eso es preferible que estén en
macetas que dejen pasar la luz solar.
7 Cada dos años,
trasplantala y cambiala el sustrato.
Lo máximo que las
orquídeas deberían permanecer en el mismo tiesto son dos años, ya
que sus raíces suelen ser bianuales. Se debe extraer la planta,
limpiarla de raíces estropeadas y muertas (los instrumentos han de
desinfectarse con fuego entre planta y planta) y utilizar un sustrato
nuevo que contenga corteza envejecida. El tamaño del tiesto importa:
la planta ha de colonizarlo bien, caso contrario solo se dedicará a
crecer para ocuparlo.
Si tienes una
Phalaenopsis…
![]() |
Fuente: Por Miss S. A. Drake (1803-1857), illustrator Thomas Moore (1821 - 1887) , ed. ("Illustrations of Orchidaceous Plants", plate 1) |
Aquí te ofrecemos
los cuidados específicos de este tipo de orquídea que son las más
conocidas y comercializadas de España.
En el caso de las
Phalaenopsis debes escoger un tiesto transparente, ya que la luz
estimula sus raíces. Respira a través de ellas.
Necesita una
temperatura constante. En la época de crecimiento entre 27-28ºC y
16ºC por la noche. Sin embargo, si la quieres ver florecer, necesita
temperaturas más frescas, de 20-21ºC. Ya que florece naturalmente
en invierno,un truco es sacarla al exterior cuando en la calle haya
esa temperatura (21-19ºC) para que al notar la temperatura más baja
exterior emita varas florales en los nudos de las que ya florecieron
o en otras nuevas. Ten cuidado de meterla de nuevo en casa si las
temperaturas bajan en exceso.
Las aguas duras son
especialmente perjudiciales para las Phalaenopsis. Si vives en una
zona de aguas duras deberás regarla con agua descalcificada, agua de
lluvia o con agua mineral de mineralización débil.
En el centro de
España, como el ambiente es más seco, conviene pulverizar las
hojas y raíces (nunca las flores) por la mañana, preferiblemente
con agua descalcificada. Excepto en días de calor extremo, no dejes
que permanezcan con agua que no haya absorbido el sustrato porque
podrían enfermar. Para mantenerlas húmedas un truco es rodeárlas
de plantas frondosas que la protegerán y la aportarán humedad.
Las Phalaenopsis no
se deben volver a regar hasta que las raíces hayan pasado del verde
al blanco (si están marrones es que se han secado o están
muriendo). Más que el platito con agua y guijarros, lo que
contribuye a crear un ambiente húmedo es la convivencia con plantas
frondosas.
Si se observa
deshidratada, retira la planta del tiesto, corta las raíces viejas y
vuélvela a plantar con sustrato nuevo. Riégala por inmersión y
dejarla secar. Si necesita una terapia de choque, introduce la
planta con mosi húmedo dentro de una bolsa y cerrarla hasta que se
rehidrate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario