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jueves, 31 de marzo de 2016

Terrazas. Pequeños jardines a la puerta de casa.

Fuente: http://www.verdeesvida.es
En la actualidad el 70% de los españoles vivimos en ciudades, y en ellas, normalmente no disponemos del espacio necesario para tener un jardín. Es mucho más común disponer de una terraza, muchas veces pequeña. Muchos creen que en este espacio reducido no se puede conseguir crear un jardín, pero con unos pequeños consejos verás que es posible.
Si tu terraza tiene comunicación con tu casa puedes convertirla en un salón al aire libre para utilizala durante gran parte del año. Una terraza protegida del viento y del frío se puede usar durante mucho más tiempo que un jardín. Si tiene el tamaño adecuado y buena comunicación con el resto de la casa puede convertirse en un comedor que acabarás usando más de lo que imaginas. Durante el buen tiempo puedes hasta cocinar en ella con una barbacoa.

Si tu terraza es muy pequeña puedes recurrir a mobiliario plegable o convertirlo en un espacio decorativo para disfrutar desde el interior. En ocasiones no es necesario más que un pequeño detalle bien elegido para crear un foco de atención.
Puedes convertir tu terraza en un mini-huerto, ya que hay infinidad de especies grandes y pequeñas que soportan o incluso agradecen el cultivo en macetas o jardineras. En tu centro de jardinería es donde mejor te orientarán sobre las plantas más adecuadas.
Si tienes una terraza de uso mixto (terraza-trastero-cuarto de herramientas) debes tenerlo en cuenta antes de empezar. Ya verás como al final encontrarás la manera de compaginar tus necesidades más prácticas con el diseño de tu “rinconcito verde”.

  • ¿Por dónde comenzar?
Muy bien, ya tenemos la idea de convertir nuestra terraza en un jardín. Comenzamos a comprar las plantas que nos gusten y miramos donde las colocamos…. ERROR
Este es un error muy común. Antes de empezar debemos considerar el efecto final que queremos conseguir. Piensa en que lugar de nuestra casa queremos poner las plantas y dependiendo de las características comprar unas plantas u otras. Debemos planificar nuestra terraza antes de nada.
Planificar una terraza es muy parecido a planificar un jardín pero ten en cuenta que una terraza tiene características propias que hay que tener muy presentes.
  • Es un espacio pequeño, tendrás que adaptar todo el diseño al espacio disponible.
  • No es lo mismo que tu terraza esté a ras de suelo o en un 5º piso. La insolación o el viento que azote tu terraza no va a ser el mismo.
  • No hay suelo, se juega con contenedores o macetas, por lo que las características de los mismos deberán tenerse en cuenta.
  • No es lo mismo que sea una terraza cubierta que una abierta. Si la lluvia cae directamente en las plantas, si el viento entra en tu terraza o el sol incide directamente habrá especies y diseños que quedarán descartados o deberán modificarse.
  • Están a un paso de tu casa, por lo tanto deberás pensar si quieres mantener continuidad con la decoración interior o crear un espacio aparte.
Lo primero que se debe hacer es estudiar cuidadosamente el espacio disponible, analizando especialmente los siguientes condicionantes:

- Orientación.
Debes conocer la orientación de tu terraza, ya que influirá en las horas de sol que reciban las plantas a lo largo del día. El grado de insolación puede ser mucho más fuerte en tu terraza que en un jardín cualquiera plantado en tierra firme. El suelo enlosado y las paredes de la casa recogen y reflejan mucho más la temperatura que la tierra. Es importante saber si va recibir mayor insolación por la mañana o por la tarde, ya que la intensidad es diferente. Asimismo debes saber si tu terraza esta situada en una zona fría o la orientación la vuelve vulnerable a heladas.
Si tu terraza recibe demasiada insolación puedes solucionarlo colocando las plantas más grandes en la zona por donde entra el sol. Estas plantas proporcionarán sombra y frescor. Coloca las macetas en hilera creando una barrera. Las mejores plantas para ello son las glicinias, salix, cornus, nardinas…. eso sí, ten cuidado de que no se desmanden e invadan el espacio. También puedes usar una celosía.
Por el contrario, si tu terraza tiene demasiada sombra, lo mejor es que la plantees como un espacio interior más. Elige plantas que no necesiten mucha luz, de hojas grandes y lustrosas, como chamaedorea, kentias, ficus, begonias, spatifilo… Ten en cuenta que este tipo de plantas suelen ser acidófilas.

- El viento.
Sobre todo si tu terraza está muy elevada o es abierta es fundamental tener en cuenta el viento. Influirá tanto en la altura de las plantas que quieras colocar como en los soportes de las mismas. Si el viento es un problema puedes recurrir al uso de cerramientos o mejor de celosías que además de proteger tus plantas no bloquearán la luz del sol y te darán sensación de continuidad. Si aprovechas la estructura para servir de soporte a una trepadora tipo la hiedra o las clemátides de primavera, el efecto puede ser bellísimo. No intentes bloquearlo, no funcionará, el viento acabará por derribar las protecciones y el efecto destructivo puede ser mayor.

- Forma y tamaño.
Lo ideal es trazar un plano a escala, para ver claramente como es el espacio del que dispones. Mide bien y no te olvides de señalizar en el plano las puertas y ventanas, los enchufes, la toma de agua y los desagües.

- Materiales y colores.
El color y la textura del suelo, de la pared de la casa sobre la que se apoya la terraza y de la barandilla o murete que la separa del exterior, influirán mucho en la estética y el ambiente que se pretenda crear.
Las revistas de diseño nos ofrecen imágenes de terrazas de ensueño pavimentadas con madera, pero ten en cuenta, que este tipo de superficies requiere un mantenimiento constante. Si no vas a poder dedicarle mucho tiempo es mejor que te inclines por materiales que imitan la madera o por el tradicional suelo de baldosas, resistentes y lavables. Ten cuidado con los azulejos, sobre todo si tu terraza es abierta y vives en zonas de clima frío, no aguantarán las heladas.
Las plantas estarán colocadas en contenedores o macetas, aprovecha para jugar con los colores y texturas, eso sí ten presente que siempre deben estar agujereados para que el agua del riego sobrante pueda salir y no encharque el substrato. Limpia a menudo los platos para recoger el agua, no dejes agua en ellos, pueden producir la pudrición de las raíces y ser fuente de plagas.
Las tradicionales macetas de terracota ofrecen la facultad de que son transpirables lo cual puede ayudar a que tus plantas se liberen más fácilmente del exceso de humedad. Pero ten en cuenta que esta misma facultad hace que en verano tus plantas traspiraran más y en invierno, las heladas pueden hacerlos estallar. Hoy en día les encuentras con modernos diseños y pinturas. Puedes dejar volar tu imaginación e incluso decorarlos tu mismo, y siempre puedes jugar con cubretiestos ya que la gama es amplísima y te darán mucho juego.

- Elementos pesados.
Ten en cuenta que no se pude poner todo el peso que se quiera en una terraza. Esto condiciona el tamaño y la cantidad de tierra de las macetas. Ten cuidado sobre todo con las macetas y jardineras colgantes, sobre todo si vives en casas antiguas con las paredes arenosas. Los soportes deben ser siempre los adecuados para sujetar macetas y debes anclarlos lo más seguro posible.
Si quieres reducir el peso puedes reducirlo sustituyendo la gravilla por arcilla expandida, las macetas de terracota por macetas de resina de poliéster, que imitan perfectamente el barro y otros materiales, son muy ligeras y se comercializan hoy en gran cantidad de formas y tamaños. La tierra mojada también resulta pesada; la turba o los sustratos elaborados a partir de ella son mucho más ligeros que la tierra vegetal. El reparto del peso también es importante, coloca los grandes pesos en los bordes y la zona de la terraza que está pegada a la casa ya que son los puntos más fuertes estructuralmente hablando. Es mejor que el centro no tenga elementos pesados.

- Las humedades.
Si usas jardinera construidas sobre la terraza, ten en cuenta que con el paso de los años las raíces acaban penetrando entre la impermeabilización y el material de construcción, provocando humedades a ti o a tus vecinos. Son mucho más seguras las jardineras y macetas exentas.
Si colocas pérgolas o celosías, pegalas al suelo, no las atornilles o podrías perforar la tela asfáltica que impermeabiliza tu terraza.

- Vistas.
Otro aspecto que cobra una importancia enorme en el caso de las terrazas son las vistas: las que se quiere ocultar y las que se desea potenciar; las zonas que hay que preservar de las miradas externas, y los puntos de la terraza o del exterior que se verán continuamente desde el interior de la vivienda. Todos esto debe quedar reflejado cuidadosamente en el plano.

  • Distribuir el espacio
Si ya tenemos las ideas claras sobre que quiere y puede conseguir, es la hora de ver los recursos que tienes disponibles para lograr tu objetivo.
Aunque una terraza no necesita caminos, es mejor que al ser el espacio reducido, no encontremos obstáculos. Deja en el centro espacios lo suficientemente amplios y cómodos para resultar prácticos.
No coloques plantas muy grandes, o si lo haces, colócalas en el perímetro. Escoge especies que tengan un mayor desarrollo vertical que horizontal o tendrás que podar con frecuencia para que no invadan el espacio.
Si tu terraza es pequeña no coloque macetas grandes en el suelo, es mejor colocar solo una enfrente de la zona de entrada. Es mejor que coloques las plantas colgadas de la barandilla o la pared. Elige ejemplares pequeños como pensamientos, petunias, alegrías, prímulas… o trepadoras siempre bajo control, bien tutoradas pueden dar mucho juego.
Si necesitas sombrear un área de tu terraza para crear una zona de estar, lo más práctico es que instales un toldo, ya que lo puedes extender y recoger cuando haga falta. Lo malo es que retienen mucho el calor. Otra solución puede ser construir una pérgola. Este es un elemento estructural que puede ser capaz de dar sentido a todo el diseño. Son muy decorativas y tienen la ventaja de que cuando se cubren con especies caducas, permiten el paso del sol en los meses de invierno y dan una sombra fresca en verano. Eso sí, ten en cuenta que el cuidado de las trepadoras que las cubre puede dar bastante trabajo.
Tener árboles para dar sombra en una terraza solo es posible en contadas ocasiones debido al gran tamaño y peso de los contenedores que se necesitan.
El tamaño de la terraza marcará el tamaño de los muebles que podamos colocar. En terrazas muy pequeñas, es mejor colocar un sofá con una mesita que mesas o sillas en el centro, aunque siempre puedes recurrir a mobiliario plegable. Evita abigarramientos. Si tienes una terraza grande puedes usarlo para distribuir el espacio.
Crea focos de atención no muy grandes como una fuente de pared, una maceta especialmente decorativa o una planta determinada.
Si tienes unas vistas que deseas ocultar, puedes hacerlo recurriendo jardineras con arbustos o macetones. Esto, además refrescará el ambiente y amortiguará los ruidos y el viento. También es una buena idea el uso celosías con o sin plantas trepadoras.
Una clásico es dedicar una pared para colocar trepadoras. Ten cuidado con las especies caducifolias que tiendan a crecer mucho porque pueden acabar adueñándose de todo el espacio. Esto pasa con los rosales trepadores, las glicinias, las parras… Es mejor usar especies trepadoras de hoja persistente como las hiedras, el jazmín chino, la buganvilla… Dado que normalmente las paredes son las zonas con mas sombra del jardín, es mejor escoger especies de sombra.

  • El riego
A poco tamaño que tenga tu terraza es mejor que te olvides de regar a mano, sobre todo si esta localizada a ras de suelo. Las plantas que viven en macetas o contenedores, son mucho más sensibles a la falta de agua que las que están plantadas en tierra. Debes colocar tus plantas teniendo en cuenta como vas a regar tus plantas o cuanto riego necesitan. Planifica el riego en vacaciones o tendrás un disgusto a tu vuelta.

Preciosa y se riega sola (Fuente http://www.tiendadeljardin.com)
Si tu terraza es pequeña y no quieres estar pendiente del riego continuamente recurre a hidrojardineras. Son muy fáciles de instalar y de utilizar; y existen multitud de modelos, tamaños y colores. Este sistema te permitirá olvidarte del riego de las plantas entre una semana y diez días, según la temperatura ambiente.
Este tipo de macetas se componen por dos contenedores entre los que resta un espacio en la zona inferior. Ese espacio sirve de depósito de agua, donde descansan unas mechas que salen del interior de la maceta y que están en contacto con el sustrato y, por tanto, con las raíces. De esta manera las mechas se empapan con el agua que ponemos en el depósito y las mismas plantas van absorbiendo la humedad que necesitan.
Además, estas macetas incluyen un chivato que nos indica el máximo y el mínimo de agua que requiere la planta, es decir, la cantidad de agua que debemos poner en el depósito. En función de la cantidad que pongamos, del tamaño de la hidrojardinera y de la temperatura del ambiente, este sistema puede surtir de agua a la planta desde una semana hasta un mes como máximo.

Si tu terraza tiene un tamaño medio o grande la mejor manera de mantener tus plantas es instalar un sistema de riego. Lo más común es que tu terraza no tenga salida de agua, así que tendrás que sacar una conducción desde la cocina o un baño. Lo más lógico es que la red de riego vaya pegada a las paredes de la terraza, ya que es la forma más fácil de esconderla y de que la tubería no quede en medio del paso. Si hay que poner alguna planta o grupo de plantas en el centro de la terraza se puede pensar en pasar la tubería por la red de desagües o por una pérgola o celosía. Los mejores resultados se obtienen con los sistemas por goteo.

  • Ten cuidado

Si tu terraza es abierta tu gran enemigo son los elementos. Tenlos en cuenta antes de planificar la terraza y a la hora de mantenerla. En terrazas cerradas el gran enemigo es la condensación, los mohos y las plagas. En primavera deberás ventilar adecuadamente tu terraza para evitar la condensación de los días cálidos, pero teniendo en cuenta que aún las heladas suponen un peligro, sobre todo para los brotes. Aún es tiempo de fuertes vientos, ten cuidado pues pueden ser muy destructivos. Cuidado con la condensación pues puede provocar infecciones de hongos. Si ya es tarde, puedes combatir estos hongos de la humedad, como la roya o el mildiu, con fungicidas.  

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