Si hay un árbol
clásico en los paseos de Burgos es el castaño de indias, llenan de
color verde las riberas del río y están prácticamente en cada
parque. Gracias a ellos, Burgos mantiene su carácter de ciudad verde
llena de vida.
Ahora están
terminando de soltar sus últimos frutos y de desprenderse de sus
hojas para prepararse para dormir durante el invierno. Les tenemos
rodeándonos, pero realmente son unos desconocidos.
Fuente: By Miguel Durán (Propio trabajo) [CC BY-SA 2.5], via Wikimedia Commons |
Estos árboles de
gran porte, no son de la misma familia que los castaños que producen
las castañas que asadas son tan típicas de estas fechas. Muchos los
conocen como falsos castaños. Los castaños de Indias (Aesculus
hippocastanum) pertenecen a la familia de las sapindaceas y los
castaños de fruto comestible pertenecen al género Castanea de la
familia de las fagaceas.
Nunca debes comer su
fruto, pues es ligeramente tóxico y aunque no es peligroso para los
adultos puede ocasionar un disgusto en caso de que las personas
mayores, tus niños o tus mascotas los consuman.
Fuente: Dominio público, via Wikimedia Commons |
El Castaño de
Indias produce gran cantidad de principios activos que
tradicionalmente se han utilizado por la medicina tradicional. El
castaño de Indias constituye uno de los mejores remedios para
mejorar la circulación, ya que contiene sustancias anticoagulantes
naturales cuyos principios activos se utilizan en la industria
farmacéutica para la elaboración de medicinas, y en la industria
cosmética para la confección de champús contra la caída del
cabello. Pero sus principios activos son muy fuertes y siempre deben
ser manipulados por expertos o pueden ser muy peligrosos. Nunca
debes usarlos sin consultarlo con tu médico.
Debes tener cuidado
con las castañas verdes y con las fundas verdes con espinas de las
castañas, pues aunque son muy amargas y no suelen consumirse por
accidente, su consumo es letal. Cuando maduran su toxicidad baja,
pero no del todo, y si se comen pueden producir vómitos, dolor de
estómago, fiebre, dolor de cabeza, dilatación de las pupilas,
problemas cardiorrespiratorios, parada cardiorrespiratoria… Es por
esto por lo que los ayuntamientos las retiran cuando caen de los
árboles.
Debes tener también
cuidado con los brotes y tallos tiernos, son muy venenosos. Las hojas
verdes (secas no) y las flores también lo son pero en mucha menor
medida. Pero eso no significa que no debas dejar que tus hijos
jueguen con las hojas secas o no puedas usarlas para decorar tu hogar
durante el otoño. No hay nada más gratificante que notarlas crujir
bajo tus pies en los paseos de otoño y puedes darlas mil y un usos
en tus manualidades. También son ideales para hacer compost.
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