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miércoles, 6 de julio de 2016

Niños en el jardín II

  • La jardinería como escuela

Desde nuestro Centro de Jardinería defendemos que el aprendizaje de tus niños a través de la jardinería debe ser una parte indispensable de su educación y desarrollo personal. A través de la jardinería tus niños se conectarán con la naturaleza, y verán de primera mano como crecen sus propios alimentos.

Los niños aprenden mejor mejor realizando por si mismos las tareas, que sólo observando. Disfrutar de la jardinería con tus niños supone todo un mundo de exploración, educación y diversión. Es una sensación inolvidable descubrir a un niño este maravilloso mundo, ver como van ganando confianza, toman sus propias decisiones y se llenan de orgullo con sus logros.

Para tus niños el jardín se puede convertirse en un laboratorio de ciencias, donde cultivar la curiosidad por la naturaleza, por la horticultura y por la vida silvestre; un lugar donde aprender maravillosas lecciones que aplicar en su vida diaria.
Practicar la jardinería enseñará a tus niños a resolver problemas usando las matemáticas. Ejercitarán sus habilidades de cálculo, geometría porcentajes, y la recolección de datos (una de las profesiones del futuro). Deja que tus niños midan la parcela del jardín y designen las diferentes zonas de cultivo. Enséñales a contar sus propias semillas, las que son necesarias para cada parcela y el número de plantas que brotarán en esos lugares.
Si tienes niños más mayores puedes encargarles que recojan datos sobre el jardín, creen tablas y gráficos para realizar el seguimiento del cultivo de sus plantas.

Si no tienes jardín puedes cultivar junto a tus niños tus plantas de interior. Dejar que te ayuden a cuidar plantas que crecen durante todo el año les permitirá desarrollar habilidades como la responsabilidad, la comunicación y la cooperación. La jardinería junto a tus niños ayudará construir su confianza en sí mismos, los hará más equilibrados emocionalmente y los empoderará; mientras que a ti, te da la oportunidad de pasar tiempo de calidad con tus hijos.


  • Deja que tus niños tengan su propio jardín

En medio de las ciudades el cultivo de un jardín o de sus propias plantas conectará a los niños con la naturaleza.

Deja que tus niños elijan sus propias plantas, dales consejos, pero no impongas tu criterio. Ayúdalos a diseñar sus propios proyectos y plantes. Puedes dejarles un trozo del jardín familiar, o un rincón en tu terraza, balcón o incluso dentro de tu hogar. Será un gran ejercicio para cultivar su empoderamiento y responsabilidad.

Planifica con ellos la siembra, el diseño y el mantenimiento, ayudalos en todo lo que te pidan, pero recuerda que se trata de que aprendan a ser responsables. Una genial idea es iniciarlos en el cultivo de su pequeño huerto, donde la cosecha y el consumo de las verduras y hortalizas resultantes les ayudará a aprender acerca de dónde viene la comida y a adquirir hábitos alimenticios saludables. Hay varias investigaciones que demuestran que los niños que cultivan sus propios alimentos son más propensos a comer frutas y verduras frescas.

Anima a que tus niños compartan esta actividad con sus amigos. Busca grupos en tu entorno que se dediquen a fomentar los huertos y jardines urbanos. Verás como a medida que tus niños trabajen juntos en un proyecto común aprenden la importancia de la cooperación y el intercambio de ideas.

  • Ayudales a elegir las plantas más adecuadas

Cuidado a la hora de elegir las plantas, pues algunas son francamente tóxicas para los niños (y mascotas como perros, gatos, conejos...), por lo que debes evitarlas en los jardines para niños. Si a la hora de escoger sus plantas elige una venenosa es mejor que le expliques porqué no debería hacerlo. Los niños prefieren que les expliquemos las razones de una negativa y asumen mejor el cambio de opinión.
Las principales plantas a evitar son el ricino (Ricinus communis), el guisante rosario (Abrus precatorius) y las adelfas (Nerium oleander). Estas plantas son peligrosas, incluso en pequeñas cantidades y en el caso de las adelfas incluso el aceite que desprenden sus hojas. Otras plantas a evitar son la trompeta de ángel ( Brugmansia ), la espuela de caballero, la dedalera ( Digitalis ), la hierba de San Juan (Hypericum), las lobelias (sobre todo la Lobelia cardinalis), el aliso de mar (Lobularia maritima), la arañuela (Nigella damascena) y la valeriana (Valeriana officinalis). Para saber mas consulta nuestro post "Plantas naturalmente tóxicas"
Sin embargo, muchas plantas son perfectamente seguras para los niños. Estas incluyen verduras que crecen rápidamente, como las calabazas, patatas y rábanos, y los que tienen grandes semillas que se ajustan bien en las manos pequeñas, como las legumbres (sobre todo las judías o alubias) o el girasol. Estas son las plantas con las conseguirá mejores resultados al iniciar su huerto.

A los niños les encanta el aroma de las hierbas aromáticas como el cebollino, la salvia, la menta y la albahaca. Estas plantas son ideales para comenzar su pequeño jardín. Si tienes niños que se llevan todo a la boca puedes elegir flores comestibles como las capuchinas, los pensamientos, las violetas, y las caléndulas. No las trates con productos fitosanitarios y ten cuidado con el abono (consulta en tu Centro de Jardinería cuales son los más indicados para usar en este caso). Tus niños no sólo disfrutarán cultivándolas, podrán comérselas sin peligro e incluso usarlas para decorar sus propias creaciones culinarias.


  • También si no tienes jardín.

Si no tienes jardín también puedes disfrutar del cuidado de las plantas junto con tus niños. Puedes disfrutar con ellos del cuidado de tus plantas de interior o dejarle cuidar de las suyas propias, incluso en su habitación ya que se ha demostrado que no es peligroso dormir con ellas. También puedes dedicar a “su jardín” una ventana, un trozo de tu terraza o incluso un balcón. Anímate a construir con ellos un comedero para pájaros o a cultivar un pequeño semillero en yogures señalando cada plantita con un palito de helado.
Puedes ayudarles a hacer germinar judías, guisantes o lentejas en pequeños envases de yogur. O puedes ayudarles a hacer crecer una semilla de aguacate en una bulbera. Los dos son proyectos sencillos de plantas que crecen rápidamente haciendo que tus niños pueden observar y alimentar su planta fácilmente.


  • No sólo en verano o en vacaciones

No dejes que el cuidado de sus plantas sea una actividad sólo de vacaciones. Ayúdales a mantener esta actividad durante todo el año, les estarás enseñando el valor de la constancia.
En Hedbe encontrarás una amplia
 variedad de herramientas, decoración
  y accesorios especialmente diseñados
 para que los niños disfruten cultivando
su propio jardín
A principios de primavera puedes empezar enseñándoles a cultivar en interior semillas que trasplantarán después a su jardín. A finales de primavera puedes animarles a cultivar un pequeño huerto de hortalizas con lechugas, espinacas, rábanos, zanahorias….
Estas son verduras que tus niños se animaran con más facilidad a probar cuando las cosechen.
En verano puedes utilizar la sombra de su jardín para leerle sus cuento favorito.
En otoño, puedes animarlos a cultivar sus propias calabazas para Halloween.
En invierno o durante todo el año, pueden cuidar de un mini-invernadero como clase práctica del ciclo del agua (evaporación, condensación y precipitación) dentro de un entorno controlado.

Durante todo el año puedes dejarle ayudarte con tus plantas de interior o dejar que cuiden de las suyas propias.
Otra actividad para todo el año puede ser la construcción y/o el mantenimiento de un comedero de pájaros. Se puede construir fácilmente un comedero con un cartón de leche o una botella de plástico. La responsabilidad de rellenar el comedero y la posibilidad de observar los pájaros al comer les encantará. Si colocas una fuente con agua cerca donde puedan bañarse, la presencia de los pájaros esta asegurada.


¡Anímate a cuidar tus plantas junto a tus niños, verás como muy fácil y divertido!

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