Todo para tu jardín: Frutos del bosque en tu casa

Añadir plantas comestibles al conjunto de flores y plantas de tu jardín es una gran idea que cada día está más de moda. Hoy en día ya es posible encontrar en tu Centro de Jardinería este tipo de plantas antes restringidas a ambientes silvestres o a cultivadores profesionales.

En general son plantas perennes pero que en invierno deberás proteger; pero si las cultivas en contenedores o macetas podrán convertirse durante los meses de invierno en unas preciosas plantas de interior cuyo follaje de texturas únicas te sorprenderá.

Si tienes niños, es una manera extraordinaria de introducirlos en el gusto por la jardinería. Cuidar de una planta que dará frutos que se puedan comer supondrá una forma atractiva de darles una responsabilidad dentro del cuidado del jardín. ¡Y verás lo orgullosos que estará el día de la cosecha!

Los llamados frutos del bosque más comunes y más fáciles de cultivar son:

Fuente: Por Fitschen, Jost; Schmeil, O.
Dominio público, vía wikimedia.org

Fresas (Fragaria vesca)

Su cultivo es muy sencillo y no es necesario tener un huerto. Facilmente podrás cultivar fresas en tu jardín, en una terraza o incluso en tiestos en tu balcón. Son plantas de pequeño porte que no necesitan demasiado espacio, Cultivar fresas y fresones es sencillo, fácil y apetitoso. Por sus características se pueden plantar tanto en el huerto como en el jardín o incluso en un tiesto del balcón, ya que no requieren mucho espacio, les gustan los ambientes de semisombra y tampoco exigen sustratos excesivamente ricos. El único cuidado especial que requieren es que los frutos no deben entrar en contacto con el suelo o se pudrirán.

Debes tener cuidado con la exposición excesiva al sol que puede quemar las hojas o con los riegos excesivos o los encharcamientos que pueden pudrir sus raíces. En invierno aguantan bien climas fríos e incluso heladas, aunque su temperatura ideal son los 18ºC.

Fuente: Janus (Jan) Kops
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GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html)],

Zarzamora (Rubus fructicosus)

Seguro que ya conoces a esta familiar lejana de la rosa y habrás disfrutado de sus dulces frutos negros. El cultivo de este arbusto vivaz y leñoso cuyos tallos flexibles están llenos de espinas no puede ser más fácil. Más bien es frecuente que tengas que controlarla y podarla con frecuencia pues es muy invasiva. Aguanta sin problema la exposición a pleno sol durante el verano y precisa poco riego. Aguanta temperaturas de menos de 0º y es de hoja caduca. Cuando de frutos al final del verano verás el curioso fenómeno de que presenta al mismo tiempo la floración y los frutos en distintos grados de maduración, algo inusual en otras plantas. Las propiedades astringentes de esta planta son mayores en los frutos aún no maduros, así que es mejor que esperes a que estén maduros para consumirlos.

Fuente: Meggar via Wikimedia Commons

Arándano azul (Vaccinium corymbosum)

Esta planta originaria de Estados Unidos donde es ampliamente consumida se está convirtiendo en en una planta cada vez más común en nuestro país.

Como sus raíces crecen distribuyéndose superficialmente es una planta que necesita una humedad continua pero sin encharcamientos. Sus raíces tienen una relación simbiótica con un tipo de hongo micorrizas específico con el que mantiene una relación de mutuo beneficio, así que cuidado con cultivarlo cerca de plantas a las que hayas aplicado un tratamiento antifúngico.

Las variedades de porte bajo no superan el medio metro y las de porte alto pueden alcanzar hasta los dos metros y medio así que necesitan bastante espacio para desarrollarse aunque pueden contenerse mediante la poda. Además deberás podarlo todos los años a finales del invierno para eliminar las ramas demasiado cruzadas, débiles, enfermas o muertas; o las más viejas para fomentar el crecimiento de nuevas ramas y la mejora de la cosecha.

Odian los suelos alcalinos, pues necesitan suelos con un ph de 4 o 4,5 muy ricos y sueltos. Así que en zonas tan calizas como Burgos deberás usar sustrato especial de acidófilas y regarlo con agua de lluvia o mineral de mineralización débil.

Fuente: Carl Axel Magnus Lindman
[Public domain undefined Public domain],

Aguantan bien heladas pero cuidado en estos meses de verano pues una temperatura de más de 30ºC puede matarlos.

Aunque lo ideal es plantarlos en otoño, al venderse en cepellón con el sustrato y los cuidados correctos no tendrás problemas.

Frambuesa (Rubus idaeus)

Este pariente de la zarzamora tiene a diferencia de estas un fruto de color rojo y preferencia por los suelos profundos y ácidos. Al igual que con los arándanos, si quieres cultivarlo en zonas de suelos calizos como las de Burgos deberás usar macetas o contenedores con suelo especial para acidófilas y agua de lluvia o agua mineral de mineralización débil para el riego o en breve presentarán síntomas de clorosis. Por lo demás su cultivo es semejante al de la zarzamora, sol abundante, poco riego y podas de control a finales de invierno para evitar que se “desmande”.

Fuente: Carl Axel Magnus Lindman
[Dominio público], via Wikimedia Commons

Grosella espinosa européa (Ribes uva-crispa)

Este arbusto oriundo de Europa, el noroeste de África y el sudoeste de Asia Menor, más conocido como uva-crispa, alcanza con facilidad entre uno tres metros de altura.

Aunque la mejor época para que los plantes es el otoño si compras un buen cepellón enraizará rápidamente y en unos cuantos años tendrás un buen arbusto frutal.

Le gusta los entornos con sol o semisombra, suelos neutros ricos en humus, pero sin demasiado nitrógeno y humedad constante pero con un buen drenaje.

Necesitarás abonarlos para conseguir buena cosecha, pero cuida de elegir abonos no demasiado nitrogenados aptos para arbustos frutales. La mejor idea es que preguntes en tu Centro de Jardinería por la mejor opción para cubrir sus necesidades.

Fuente: By Johann Georg Sturm
(pintor: Jacob Sturm )
[Dominio público], via Wikimedia Commons

Deberás podarlo para airearlo y prevenir plagas de hongos a finales del invierno antes de que las yemas empiecen a abrir. Si pinzas los brotes principales en verano, cuando aún están tiernos, tendrás menos frutos pero de mayor tamaño y sabor más dulce.

Sauco (Sambucus nigra)

Es un arbusto grande que llega a alcanzar los 6 metros de altura, de hoja caduca con unas pequeñas flores muy fragantes y frutos que crecen en racimos y atraen a numerosos pájaros.

Aguantan la exposición directa al sol y on poco exigentes con el suelo, sólo debes cuidar que sea rico y que este húmedo.

Sus frutos son laxantes si se comen crudos, “cualidad” que pierden si se preparan en jalea, confitura o licor.

Cuidado con confundir esta planta con el sauco rojo (Sambucus racemosa) cuyos frutos rojos no son comestibles o con el sauquillo (Sambucus ebulus) que es venenoso, incluso los frutos.