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sábado, 21 de mayo de 2016

Árboles frutales II

  • Raleo o aclarado de los frutos

La mayoría de los frutales producen más frutos de los necesarios para pero de poca calidad, pequeños y faltos de color y sabor. Otro efecto adverso que trae esta escesiva producción es que se pone en peligro la cosecha de la campaña siguiente, pues los frutales agotadas sus fuerzas por la excesiva producción, producen al año siguiente menos o ningún fruto. A esto se le llama alternancia y se suele presentar en muchas especies.
Por último, el exceso de producción puede producir que se rompan las ramas por el peso. Por todo ello, conviene que elimines el exceso de frutos para mejorar la calidad de la fruta cosechada y evitar la alternancia en la producción, a esto se le llama raleo o aclarado de los frutos.
Esta práctica será casi imposible si tus árboles frutales son muy grandes.
Los árboles eliminan parte de sus frutos cuando estos están mal formados o mal fecundados, es la llamada caída fisiológica y se produce entre finales de mayo y principios de junio. Cuando esta haya acabado, los frutos que queden en el árbol serán del tamaño de una nuez. Es entonces, a principios de junio, debes empezar el raleo de los frutos. Te dejamos indicaciones de como aclarear las especies más típicas.
En blanco los frutos a eliminar

En manzanos.
Debes conservar únicamente la manzana central o de mejor aspecto de cada inflorescencia. Si el árbol tiene poca carga puedes aumentar a dos frutos por inflorescencia, escogiendo siempre los mejores. Guarda sólo 10-15 frutos por cada metro de rama.

En perales.
Debes conservar únicamente uno o dos frutos de cada inflorescencia, escogiendo siempre los mejores.

Cerezos.
Tradicionalmente no era una práctica que se aplicara en este tipo de árboles, pero los nuevos injertos que traen frutos cada vez más grandes obliga a realizar esta función para evitar podedumbres.
Los nuevos injertos sobre pies más débiles se suelen cultivar con la técnica del arqueo, pero en los cerezos la savia bruta tiene tanto azúcar que hace que las ramas productoras de un año deban eliminarse para evitar daños en el árbol después de la cosecha. Así un año darán fruto las ramas arqueadas de un lado y al siguiente las del otro.

Melocotoneros y Albaricoques.
Debes conservar solamente un fruto de cada inflorescencia, dejando solamente 3-6 en cada rama. Si haces esto crecerán sin estorbarse y alcanzarán un buen tamaño.

  • Cuidado de las uvas

Si tienes una parra pero estas harto de obtener unas uvas mediocres te damos unos trucos para que consigas unos hermosos racimos de uvas.
Cuando la madera empiece a lignificarse, debes practicar una incisión anular por debajo del primer racimo y retira un anillo de corteza de 5mm de ancho. Así harás que la savia elaborada descienda más lentamente lo que aumentará el contenido de azúcar de tus uvas.
Modela y aclaréa los racimos con unas tijeras especiales de punta fina para evitar que los granos se presionesn entre sí al crecer. Así evitarás pudriciones y uvas más pequeñas.
Para proteger tus racimos de los pájaros puedes cubrir los pies de las vides o parras con una red especial para aves cuando los racimos empiecen a coger color. Aunque el mejor sistema es que embolses cada racimo individualmente en bolsas para la fruta que puedes encontrar en tu Centro de Jardinería. Estas bolsas, dejan pasar el aire y el agua, a la vez que protegerán los racimos de los insectos y los pájaros.

  • Orujo “ahorcado”

El aguardiente u orujo “Ahorcado”, se realiza añadiendo fruta y azúcar al orujo, pero tradicionalmente se realizaba “ahorcando” una fruta en una botella y rellenándola con licor. Esta costumbre todavía permanece en el llamado “aguardiente William”
Esta técnica se usa principalmente con cítricos o peras.
Para poder “ahorcar” una fruta en una botella se tienen que seguir una serie de pasos. A comienzos de junio, cuando realices el aclareo elige un fruto que crezca al final de una rama larga y más o menos recta. Mete este fruto en una botella y sujétala de manera que permanezca en su interior. Cubre la botella con papel de periódico, de estraza cubierto con una bolsa o con malla de sombreado para evitar que el cristal queme el fruto.
Cuando el fruto este maduro, despréndelo con cuidado de la rama, si no lo ha hecho por si mismo. Rellena la botella con azúcar en terrones y orujo. Déjala reposar mes y medio o dos meses.
¡La sorpresa que les darás a tus amigos cuando vean una naranja o pera entera dentro de una botella!

  • Protege tus frutos

Según crezcan los frutos deberás protegerlos del ataque tanto de los parásitos como de los pájaros.
Para evitar el ataque de los pájaros puedes colocar redes protectoras sobre las plantas. Las hay de diversos tipos y medidas, incluso preparadas para proteger grandes extensiones de cultivo.
Para los árboles de pequeño porte o los arbustos puedes preparar una estructura que permita, una vez cubierta con la malla, cuidar y recolectar la planta con comodidad debajo de la red. Puedes fijar la red al suelo con grapas o piedras.

Una técnica fácil para proteger tus frutos de las plagas sin recurrir a fitosanitarios es proteger los frutos, cuando están en la planta, con bolsas de tela o de papel kraft. Ya se comercializan preparadas para colocar en cada fruto y protegerlo de la intemperie, las enfermedades criptogámicas y los insectos; mientras que lo dejan respirar y crecer.

  • La cosecha

Manzanas y peras.
Las manzanas y peras las puedes recoger a partir del momento en el que veas que los frutos toman color y se empiezan a caer
Dependiendo de variedades, la cosecha tiene lugar desde julio hasta mediados de octubre, e incluso hasta mediados de diciembre en las regiones del sur donde no hiela.
Para cosechar manzanas debes sujetar el fruto con la mano y hacer un pequeño movimiento de rotación hasta que el fruto se desprenda solo. No lo arranques.
Para cosechar peras debes colocar el dedo índice en el rabillo del fruto y realiza un movimiento basculante hasta que el fruto se desprenda solo. No lo arranques.
En el caso de las manzanas y peras de invierno, debes recolectar los frutos antes de las primeras heladas.

Melocotones
Deberás recogerlos cuando estén bien coloreados y estén blancos en el punto de insercción. Para hacerlo, debes agarrar el fruto con la palma de la mano y gírelo ligeramente, debe desprenderse fácilmente. No lo arranques.

Cerezas
Deberás recogerlas entre mayo y julio dependiendo de la variedad y de donde vivas. Las cerezas debes recogerlas lo más maduras posible, porque el azúcar que contienen no aumenta después de la recolección. Siempre debes arrancarlas con el pendúnculo “el rabo”, dejarlos en el árbol es perjudicial para él y las cerezas se pudrirán mucho antes.

Castañas
La cosecha de castañas se escalona ente mediados de septiembre a mediados de noviembre, depende de regiones y variedades de castaño.
Para facilitar la cosecha, debes mantener el terreno al pie de los árboles lo más limpio posible. Las castañas deben recogerse en cuanto caigan del árbol, porque se pudren rápidamente cuando están en el suelo.

  • Conservar la cosecha.

Para conservar tu cosecha en las mejores condiciones, es fundamental que elijas el local adecuado. Debes guardar los frutos en un lugar oscuro, fresco y húmedo, protegido del frío (3-6ºC) y de la contaminación y olores. Debe ser un lugar bien ventilado. No debes usar un lugar donde almacenes otros alimentos.
Según las variedades y como la almacenes tu cosecha puede durar unos días (manzanas y peras de verano) a unos meses (hasta el mes de mayo del año siguiente en las manzanas de invierno). Las peras de invierno se conservan 8-10 semanas. Los frutos con mayor contenido en azúcar como las cerezas o las frambuesas no suelen durar más de dos o tres días.
La mejor manera de almacenar los frutos es en cajones extendidos los frutos en una sola capa. Debes colocar las manzanas con el rabo hacia abajo y las peras con el rabo hacia arriba.
Para conservar las castañas debes quitar la cascara con pinchos y sumergelas en agua durante 48 horas. Si las castañas flotan elimínalas pues están atacadas por gusanos. Después debes ponerlas a secar sobre una bandeja o rejilla. Las castañas así conservadas durarán hasta finales del invierno.

Si quieres comer tus propias uvas para navidad puedes hacerlo si conservas los racimos a una temperatura de 4ºC y con una humedad de 85-90%. Para mantenerlas frescas hasta entonces, debes recoger los racimos con un fragmento de sarmiento de unos 20cm. Introduce cada sarmiento en un recipiente con agua y un trocito de carbón vegetal. Aplica cera en el otro extremo para evitar que la evaporación. Cuelga las botellas en un soporte o percha.



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