Una mala hierba es
una planta que crece en un lugar donde no se desea que crezca.
Generalmente este concepto se aplica a las especies que crecen en los
jardines y en los huertos.
Desde un punto de
vista botánico no existen malas hierbas. El diente de león con el
que tienes pesadillas mientras intentas mantener perfecto tu césped,
es uno de los mas preciados remedios naturales,
una auténtica medicina para el hígado y un aliado insustituible
para las personas que
quieran adelgazar. Eso sí, algunas hierbas silvestres pueden
resultar perjudiciales para los animales o para las personas ya que
contienen principios tóxicos. Véase: Plantas naturalmente tóxicas
Una planta muy
apreciada en un lugar puede ser considerada mala hierba en otra. La
poinsettia, (Euphorbia
pulcherrima) también llamada flor de Pascua es una auténtica mala
hierba en México, su lugar de origen, donde crece espontáneamente
y se reproduce con vigor. En Estados Unidos es muy apreciada e incluso existe el Día
Nacional de la Poinsettia (National Poinsettia Day) que se celebra el
12 de Diciembre en
conmemoración del día de la muerte de Joel Roberts Poinsett, quien
introdujo la flor de Pascua en los Estados Unidos.
By Meneerke flower (Propio trabajo) [GFDLCC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons |
Parecidas, pero no
iguales, son las llamadas plantas invasoras. Las plantas invasoras
son especies exóticas con gran capacidad de expansión y que llegan
a alterar los ecosistemas naturales de un territorio, muchas veces
desplazando a la flora autóctona. Algunas de estas especies
invasoras son malas hierbas. Pueden proceder de plantas cultivadas
como ornamentales o tratarse de plantas presentes accidentalmente en
otros cultivos.
By GeRu1950 (Propio trabajo) [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons |
Algunas malas
hierbas son parásitas, como la Cuscuta, o el jopo (Orobanche sp. en la imagen de la izquierda)
que parasita exclusivamente a la hiedra (Hedera helix) y a las
aralias cultivadas (pertenecen a la familia de la hiedra). Sin
embargo, no todas las parásitas son malas hierbas, y algunas parece
que no perjudican a su hospedante, como sucede con el Cytinus ruber (en la imágen de la derecha) cuando parásita una jara de flores blancas (Cistus albidus)
Una vez que hayamos
asumido esto, es la hora de considerar como deshacernos de esa planta
que no queremos en nuestro jardín.
Comencemos por conocer a nuestro enemigo.
Comencemos por conocer a nuestro enemigo.
Las malas hierbas se
caracterizan por su alta capacidad de dispersión, gran persistencia
y por ser muy competitivas. Disminuyen o impiden el correcto
crecimiento de las plantas de tu jardín, interfieren con las
estructuras del mismo, como las canalizaciones de agua; y estropean
el efecto estético del lugar.
Hay muchos tipos de
malas hierbas, pero según su ciclo de vida pueden ser de dos tipo:
- Anuales.
Producen grandes cantidades de semillas y, en consecuencia, se
reproducen fácilmente y a gran velocidad. El invierno es la mejor
época para desembarazarse de este tipo de hierbas.
- Perennes.
Poseen fuertes sistemas radiculares que les permiten
sobrevivir al invierno. Para deshacerte de ellas deberás cavar y
extraer la raíz una por una.
Si algo caracteríza
a las malas hierbas es su persistencia, por lo que conseguir librar a
tu jardín de su presencia será una lucha constante.
Las labores de
prevención te ayudarán a hacer más difícil el nacimiento y
propagación de estas especies.
Si cuando labres tu
huerto o jardín lo haces a suficiente profundidad, enterraras las
malas hierbas junto con sus semillas y no podrán brotar. Ten
cuidado con las herramientas que uses, ya que algunas herramientas
favorecen la multiplicación, como las que llevan discos, que ayudan
a la propagación de especies con rizomas o estolones, ya que los
rompen en fragmentos y los reparten. Antes de cultivar tu jardín o
de colocar el césped es interesante realizar una irrigación previa
seguida de un secado. Rocía con un herbicida y cubre la superficie
con un plástico transparente. Así las malas hierbas germinan y
pueden ser eliminadas a continuación.
También puedes usar
una malla antihierba de geotextil o cubresuelos. Esta malla evita
que las plantas cubiertas con ella puedan germinar. Sólo en los
huecos que nosotros planifiquemos podrán crecer platas. Con una
correcta colocación, evitaremos que las hierbas indeseadas (o malas
hierbas) invadan el jardín.
El mulching, en
cualquiera de sus formas, también ayuda, ya que crea una barrera
física que impide su crecimiento, a la vez que calienta el suelo y
conserva la humedad.
Las plantas
tapizantes protegen el suelo de la acción mecánica de las lluvias y
favorecen la infiltración evitando la pérdida del agua y también
se convierten en un recubrimiento cerrado y permanente que reduce la
proliferación de malas hierbas a las que no dejan lugar ni recursos
con los que medrar.
- Plan de guerra a las malas hierbas
Prevenir su
aparición esta bien, pero ¿qué hacer cuando ya las tengo en mi
jardín? Hay varias técnicas para acabar pero básicamente se basan
en su eliminación mecánica (a mano o con herramientas) o mediante
el uso de sistemas químicos (herbicidas).
- Eliminación mecánica.
La escarda manual es
el sistema más utilizado en los jardines. Aunque la idea parece
sencilla (arancar la planta y ya está) debes tener en cuenta que
debe hacerse cuando el suelo esta seco o las malas hierbas podrán
volver a crecer. Nunca las dejes crecer demasiado o puede ser
demasiado tarde para evitar el ahogamiento de las plantas de tu
jardín, además de que eliminarlas será muy difícil.
También puedes usar
una escardilla, o una azada de cierto tamaño para las plantas con
más porte. Verás como ganas tiempo y el trabajo será menos pesado.
El mejor momento para eliminar las malas hierbas es hacerlo después
de un día caliente y seco, porque así las malas hierbas mueren
fácilmente. También deben hacerse de forma precoz.
- Herbicidas
Deben usarse en su justa medida, aunque hoy su uso es seguro si se toman un mínimo de precauciones.
Según su forma de
actuar se distinguen varios tipos de herbicidas:
Entran en la planta exclusivamente a través de las partes aéreas y no pasan a la raíz, por lo que algunas pueden rebrotar al cabo de unas semanas.
- Residuales.
Esto está determinado por la duración de la exposición al herbicida. Pueden estar activos durante más de 12 meses.
Esto está determinado por la duración de la exposición al herbicida. Pueden estar activos durante más de 12 meses.
- Sistémicos.
Entran en la planta principalmente a través de la parte aérea (hojas), y se extienden hasta sus raíces. Gracias a ello las hierbas que rebrotan por la raíz se controlan de forma más eficaz.
Entran en la planta principalmente a través de la parte aérea (hojas), y se extienden hasta sus raíces. Gracias a ello las hierbas que rebrotan por la raíz se controlan de forma más eficaz.
- Selectivos.
Los tratamientos selectivos destruyen las malas hierbas con poco o ningún daño a los cultivos. La selectividad puede ser según las propiedades del herbicida, los atributos de la planta, el momento de la aplicación del herbicida, la técnica de aplicación, o una combinación de estos factores.
Los tratamientos selectivos destruyen las malas hierbas con poco o ningún daño a los cultivos. La selectividad puede ser según las propiedades del herbicida, los atributos de la planta, el momento de la aplicación del herbicida, la técnica de aplicación, o una combinación de estos factores.
- Totales.
Buscan
destruir todas las especies presentes y se usan antes de la siembra
del cultivo, inmediatamente antes de la cosecha o en áreas no
cultivables.
- Preemergentes.
Se utilizan siempre antes de que emerjan las malas hierbas. Es decir,
sobre suelo limpio de maleza, ya que solo interfieren la capacidad de
las semillas de germinar.
- Postemergentes.
Se aplican después de que las malezas han emergido, pues actúan
sobre las malas hierbas ya crecidas y no sobre las semillas
Pide consejo en tu
Centro de jardinería y por tu propia seguridad NUNCA compres
productos fuera de las tiendas autorizadas (mercadillos, bazares….)
Sigue siempre las medidas de seguridad indicadas en el envase.
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