Cultivar árboles
frutales en el jardín es una práctica muy antigua que nos lleva a
la época en la que las personas tenían su pequeño huerto al lado
de casa, pero hoy en día la desconfianza creciente hacia el abuso de
los productos químicos en los cultivos intensivos esta haciendo que
cada vez más proliferen los pequeños huertos de árboles frutales
para autoconsumo. En tu jardín o huerto eres tú el que controla
que fitosanitarios usar.
- Suelo y plantación.
Como norma general,
los árboles frutales requieren suelos de consistencia media,
profundos, ricos en nutrientes y muy bien drenados.
El lugar que mejor
les conviene es la zona más protegida del viento de tu jardín, pero
que esté bien soleada y aireada.
En terrenos fríos
en los que domina el viento del Norte, como Burgos, la plantación
debe hacerse una vez haya pasado el peligro de las heladas, a finales
del invierno o principios de la primavera según años. En las
regiones más cálidas pueden efectuarse durante el otoño, una vez
hayan perdido las hojas los árboles.
Cuando los plantes
debes procurar no doblar las raíces, debes colocarlas rectas. No
debes enterrar la zona del injerto, ya que de lo contrario, se puede
producir el franqueo, emitiendo raíces la variedad injertada lo que
retrasará la fructificación.
Cuida que sus
sistemas radiculares bien insertadas en la tierra, sin bolsas de aire
ente ésta y las raíces o el enraizamiento será lento o incluso no
llegará a producirse.
Si tu jardín es
pequeño también puedes cultivar una gran variedad de manzanos y
perales en poco espacio. Para ello debes procurar que los árboles
mantengan un tamaño reducido pero sean productivo al mismo tiempo.
Esto se consigue injertando variedades productivas sobre un plantón
débil, como por ejemplo injertando perales sobre membrillero de
Provenza o manzano sobre M9 o M26*. Si eliges estos portainjertos
debes tener en cuenta que las plantas, a menudo, tienen un limitado
desarrollo radicular, las ramas jóvenes puede que no logren sostener
el peso de las las manzanas que a pesar del tamaño del árbol
seguirán siendo grandes, por lo que les des un soporte para que
éstas no se inclinen o se quiebren.
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árbol en contraespaldera. Fuente: http://www.verdeesvida.es |
Apoyados sobre un
muro orientado al sur, tus frutales en espaldera gozarán en una zona
templada de más luz y calor, lo que beneficiará la fructificación.
Las espalderas pueden desplegarse apoyadas en un muro o exentas. En
cualquier caso será necesario instalar una estructura que pueda
soportar el peso de las ramas y la fruta cuando la planta sea adulta.
Los frutales en espaldera pueden presentar infinidad de diseños,
desde los más formales y regulares a otros más libres que respetan
en mayor medida el crecimiento natural del árbol.
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Fuente: Técnica del cordón vertical |
Contra una pared,
colocando una espaldera, o sin adosar, con una contraespaldera
deberás preparar un armazón a base de alambres horizontales sobre
el que deberás fijar verticalmente, cada 30 cm, tutores de bambú de
hasta 3 metros de altura..
También puedes
optar por otra forma de cultivo más simple, el cordón vertical, a
lo largo de la cual se desarrollan un serie de ramas laterales.
Para calcular
cuantos árboles podrás plantar debes tener en cuenta que se coloca
un árbol cada 30 cm, delante de cada listón de madera.
(M9
y M26 hace referencia a un portainjerto enanizante. Los
portainjertos son plantas que cuentan con un sistema radical adecuado
y que son utilizadas como sostén para injertar una yema o un pequeño
esqueje de otra planta, para después crecer como una sola planta,
con una característica específica, en este caso generar árboles
más pequeños. )
- Polinización
A no ser que posean propiedades
de autofertilidad, la mayoría de los frutales necesitan ser
polinizados por otros de la misma especie, pero de distinta variedad,
que florezcan al mismo tiempo, ya que son incapaces de fecundarse con
su propio polen y lograr, por consiguiente, la fructificación. Para
cumplir con este requisito es más que suficiente que por cada cuatro
o cinco árboles de una variedad exista o se plante un polinizador.
Consulta con nuestros expertos
para saber que variedades necesitan o no polinizadores y cuales son
los más adecuados.
- Abonado
El abonado de los frutales
dependerá tanto de cada especie como del terreno en que se
encuentra. También influye si se trata de árboles en crecimiento o
en plena producción. Debes tener cuidado con abonar de forma
equilibrada para no poner en peligro la fructificación. Si abonas
les proporcionas demasiado nitrógeno, perderán sus fuerzas en
brotar vigorosamente, en vez de producir frutos.
Es conveniente que apliques
estiércol maduro cada tres o cuatro años a razón de 15-20kg por
árbol y 0,5-3kg de abono complejo por año y árbol, dependiendo de
su estado. Usa abonos equilibrados o específicos para cada tipo de
árbol. Cuida que sean ricos en potasio que es en gran medida el
elemento encargado de proporcionar calidad al fruto.
Si ves que tus frutales
muestran exceso de hojas y ramas, pero pocos frutos, no les debes
abonar.
- Poda, mucho más que cortar
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Fuente: http://www.verdeesvida.es |
La poda de frutales se parece
poco a la poda ornamental que se practica a menudo en los jardines.
La poda ornamental busca obtener ejemplares bellos y se basa por lo
tanto en principios estéticos. La poda de frutales, sin embargo
busca obtener el máximo rendimiento de cada ejemplar. La poda es un
asunto muy serio, pues si no se realiza correctamente puedes perder
la cosecha e incluso matar al árbol. De seguido te dejamos una
pequeña explicación sobre la poda de frutales a modo de
introducción.
Eliminar selectivamente algunas
ramas del árbol permite orientar su crecimiento y darle mayor vigor
a la estructura. La poda sirve también para evitar ramajes
demasiados densos, que impiden que la luz llegue uniformemente a
todas las partes provocando un desarrollo desigual del ejemplar.
Además, contribuye a estimular la floración y la fructificación.
Existen varias técnicas para
llevar a cabo la poda, en función de la edad del ejemplar y del
efecto que se quiera conseguir. Debes utilizar las herramientas
adecuadas para ahorrar esfuerzo.
La mejor época para podar los
árboles es el invierno, cuando están en reposo. Es fundamental que
efectúes los cortes en el lugar más adecuado y que sean lo más
limpios posibles. Los desgarros y el uso de herramientas sucias u
oxidadas dificultan la cicatrización y pueden favorecer la aparición
de enfermedades.
Si has decidido cultivar tus
frutales debes saber que las formas desarrolladas en dos dimensiones
son artificiales para cualquier árbol que, de manera natural,
tenderá a recuperar su tridimensionalidad. La poda de los frutales
en espaldera es bastante laboriosa tanto a la hora de guiar las ramas
en la dirección deseada como a la de mantener las formas ya
conseguidas.
A esto hay que añadir la poda
de fructificación propia de cualquier frutal y los trabajos de
instalación de estacas, alambres, tensores, etcétera, que han de
soportar la estructura del árbol. Todos estos aspectos hacen que
esta técnica sea menos asequible para el jardinero novato. Se
requiere cierta experiencia antes de lanzarse a cultivar frutales en
espaldera, pero verás que con ganas y empeño los resultados pueden
ser espectaculares.
Dentro
de la poda de frutales debemos distinguir tres tipos:
-
Poda de formación.
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Poda en vaso |
Para
las formas libres deberás despuntar el tallo a 1,20-1,50 metros del
suelo, dejando dos o tres ramas principales, que formarán el
armazón.
Para
las formas en vaso se despuntarán a 60-80cm.
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Disposición en U compensada |
Las
formas en U (las más usadas) se obtienen a partir de un vástago o
plantón. Debes podar a 20-30 cm del suelo, por encima de dos yemas
bien situadas a los lados del plantón, y suprime las yemas de la
base.
Cuando
crezcan ambos brotes, dirígeles en diagonal sobre pequeños brotes
de bambú y cuando se hayan desarrollado lo suficiente, dispón las
ramas para conseguir la forma de U.
Si
una de las ramas es más vigorosa, deberás compensar la disposición
colocándola provisionalmente en horizontal y poniendo vertical la de
menor vigor.
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Técnica para conseguir una poda en U perfecta |
Podrás
obtener dos ramas maestras de idéntico vigor podas el plantón a
20-325 cm del suelo, por encima de una yema principal.
Elimina
la yema principal central para que las yemas estipulares de los lados
reciban el mismo flujo de savia. Así cuando se desarrollen, darán
lugar a dos ramas de igual vigor. Deberás irlas dirigiendo y
sujetando según vayan creciendo durante todo el periodo vegetativo.
Poda
de fructificación.
El
objetivo es aumentar la producción de frutos.
En
todos los frutales hay ramas cargadas de yemas que darán lugar a las
hojas y a las flores. Las yemas picudas darán lugar a las ramas y
hojas y las de forma globosa, darán lugar a flores. Este tipo de
poda consiste en seleccionar de manera equilibrada, la cantidad de
unas y otras.
En
los frutales de pepita las yemas que van a dar flor se distinguen
porque son redondeadas y se encuentran en unas ramitas puntiagudas de
poco tamaño llamadas dardos.
En
los frutales de hueso, la floración tiene lugar en los denominados
ramilletes de mayo de 1-2cm de longitud.
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Fuente: http://www.verdeesvida.es |
En
los manzanos y cerezos se puede efectuar una poda “ de
prolongación”. Esta práctica es especialmente adecuada para
formas con ramas horizontales, como los cordones o el cultivo en
espaldera. Se trata de arquear las ramas de vigor medio cuando
arranca la estación, en marzo, o a lo largo de la estación hasta
septiembre.
Debes
sujetar las ramas arqueadas sobre las ramas maestras y las
fructíferas cercanas, como si las enroscaras sobre un tutor. Las
yemas colocadas por encima del tutor darán lugar a vigorosas ramas
fructíferas, las yemas de la parte inferior, que recibirán menos
savia, se transformarán en dardos, futuros botones florales o
frutos. Además la fructificación será más temprana.
Tras
2 o 3 años de explotación, la rama arqueada se vuelve menos
productiva y deberás eliminarla para realizar la misma operación
con otra nueva.
Poda
de rejuvenecimiento
En
los árboles viejos la vegetación es poco vigorosa y la
fructificación escasa. Debes de ir sustituyendo la madera vieja por
joven, para lo cual se irán aprovechando las brotaciones vigorosas
que surgirán después de la poda.
El
rejuvenecimiento del árbol debe hacerse escalonadamente durante
varios años.
Pero
a veces hay que recurrir a podas drásticas para devolverle a un
árbol su vigor. Esta técnica, conocida como desmochado, consiste en
efectuar cortes severos a uno o dos centímetros del tronco
principal. Se suele emplear también para controlar el crecimiento de
árboles en espacios reducidos. Pero antes de acometer esta poda
excepcional debes saber si tus frutales lo van a tolera bien y
cicatrizan con rapidez. En caso de duda consulta con nuestros
expertos; en Hedbe sabrán aconsejarte.
¿Qué
herramientas usar?
Las
tijeras de mano deberás usarlas sólo para las ramas más pequeñas.
Constan de una hoja cortante en forma curva y otra que sirve de
apoyo. Las tijeras de una sola mano se emplean para podar ramas de
unos 20 milímetros de diámetro, y las de dos manos para cortar
tallos de 30 milímetros en adelante. Los mangos largos de las
podaderas de dos manos ahorran mucho esfuerzo.
Si
necesitas cortar ramas gruesas, deberás usar las sierras o serruchos
de poda. Los hay de muchas clases en función de su tamaño, el tipo
de dientes, el espesor del cuerpo (rígido o flexible) y la forma de
la hoja (curva, recta o plegable). Es fundamental que los dientes
estén perfectamente afilados.
Los
cuchillos o navajas de jardinero los utilizaras para rematar
determinados cortes de ramas gruesas que no quedan limpios con otras
herramientas. Su hoja curva y afilada favorece un corte preciso.
Cuidar
la espalda mientras se poda
Si
la zona de poda está en alto es mejor que uses una escalerilla o
escalera de tijera para colocarte al nivel de lo que se quieres
cortar. Tu área de trabajo debe quedar entre el pecho y los ojos. Si
es posible, lo más conveniente sería puedas apoyar la mano
izquierda sobre una pared o soporte a la altura del hombro. Intenta
flexionar el codo del brazo que trabaja.
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